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Ingenios azucareros ofrecen la generación de más de 560 MW, incluso después de la zafra

Los productores de azúcar finalizarán en mayo la generación eléctrica con biomasa y están a la expectativa de alguna convocatoria posterior por la emergencia que está vigente.

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Los ingenios azucareros generan electricidad con el bagazo de la caña derivada de la zafra. En la foto la planta de generación del Ingenio Santa Ana. (Foto, Prensa Libre: Carlos Hernández).


La zafra está por terminar y con ello, la generación de energía eléctrica con biomasa derivada de la caña de azúcar, por lo que los ingenios se están preparando para atender las semanas críticas que se registran cada año en el país mientras entra el invierno, aunque todavía no saben si serán convocados para generar por más tiempo por la emergencia declarada en el sistema eléctrico nacional.

De ser así, deberán generar a base de carbón, aspecto que no es su giro de negocio, lo que causa cierta incertidumbre. En todo caso, la capacidad de generación instalada de los ingenios es de 568 megavatios (MW) de potencia y representa alrededor de 2 mil gigavatios hora (GWh) de generación de energía en el año, según Jacqueline Hazbun Arias, directora ejecutiva de la Asociación de Cogeneradores Independientes de Guatemala (ACI).

La generación con biomasa el año pasado significó el 13% del total y en época de zafra este llega a ser el 30%, energía que se destina principalmente a los procesos de producción azucarera y el excedente se vende al Sistema Nacional Interconectado (SNI) para cubrir la demanda eléctrica del país.

Esa energía ingresa al sistema cuando disminuye la disponibilidad de generación hidroeléctrica por la época seca del país, ya que la temporada de cosecha inicia en noviembre y finaliza al cierre de abril o inicios de mayo del año siguiente.

Semanas críticas

El sector azucarero se declaró en alerta por una baja en la extracción de azúcar, debido al impacto del fenómeno El Niño que ha provocado un menor crecimiento de las plantaciones de caña; pero en el caso de la generación de energía, explica Hazbun, no es una relación directa ya que en algunos casos se ha comprobado que de esa falta de lluvia se ha producido bagazo con menor humedad, lo que favorece la combustión.  

La preocupación se relaciona más con el sector eléctrico en general, que con los productores de biomasa o los cogeneradores en particular, porque normalmente, mientras va saliendo (la generación de energía con) la biomasa, va entrando el agua (por la llegada del invierno).

“En Guatemala se tiene ese salvavidas y casi no sentimos los efectos de la época seca porque tenemos ese combustible renovable que es altamente eficiente durante los meses secos”, dijo la ejecutiva.

Luego explicó que cuando hay un fenómeno de El Niño, como sucedió el año pasado y como está sucediendo actualmente, la lluvia no llega pronto, por lo que cuando finaliza la generación con biomasa y mientras llega el invierno, puede haber un poco de crisis en la parte de suministro porque todavía no se tiene el componente hídrico para generar con él.

“Entre el fin de la zafra y el inicio del invierno, cada año hay 3 semanas críticas, que regularmente son la última de abril y las primeras de mayo, aunque el período puede alargarse un poco más”.

Por lo pronto, se han pronosticado algunas lluvias a finales de abril, “lo cual será bueno para la generación de electricidad, pero de no ser así, como sucedió en el 2023, esas semanas críticas son las de máximo requerimiento de generación térmica y es cuando la salida de los ingenios empieza a sentirse notoriamente”.

Temporalidad y temores

En cuanto a cómo se preparan los ingenios después de esas semanas críticas para aportar más generación y de qué depende que puedan atender un posible llamado a generar, Hazbun expuso que, de acuerdo con la planificación de los ingenios, aún habrá zafra y por lo tanto, generación con biomasa de la caña.

La cosecha de la caña, producción de azúcar, energía renovable y alcohol culmina en las primeras semanas de mayo, pero según la disponibilidad de bagazo o biomasa, los ingenios podrían seguir generando energía durante algunos días posteriores al cierre de la zafra.

“Cuando concluye la producción de azúcar, algunos ingenios aún pueden inyectar energía al sistema nacional interconectado unos días más; pero por regulación, deben mantenerse disponibles en la época de no zafra y eso puede implicar que hagan requerimientos de producción de energía con otros combustibles, como el carbón.

“Esta situación se debe a que no existe una normativa específica para generación con biomasa, pero respecto de los requerimientos, cabe resaltar que los ingenios siempre darán cumplimiento a sus obligaciones legales”.

Respecto a la situación de emergencia declarada por el gobierno para el sistema eléctrico, indicó que en este momento los ingenios están convocados a generar a máxima carga, pero es porque aún están en su época de zafra. “El acuerdo de emergencia lo que busca es llamar a que la Administrador del Mercado Mayorista (AMM) tenga un poco más de maniobra en los términos del despacho”.

Pero expresó que para efectos de los ingenios, que se les requiera generar con otros combustibles que no sea la biomasa no es lo deseable, pues para los generadores que son absolutamente térmicos se requerirá la compra en combustibles, que luego no necesariamente van a ser despachados o remunerados y eso genera pérdidas sustanciales.

Y por el lado de la demanda, no se sabe si va a haber una interrupción de demanda o no, aunque aclaró que el ministro de Energía y el AMM han indicado que no se visualiza llegar  a una situación de ese tipo, pero insiste en que el marco jurídico derivado del acuerdo de emergencia no dio esa certeza.  

Respecto a la necesidad de certeza para generar, Herman Jensen, vicepresidente del  Ingenio Santa Ana y presidente de ACI, dijo que también se depende del tema climático, ya que se están viendo condiciones de posible atraso en la llegada de la lluvia.  “En esta época sí tenemos certeza de que vamos a salir convocados para generar, pero más adelante dependemos del clima”.

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Personal en el ingenio Santa Ana supervisa, en la sala de controles, el proceso para generación de energía eléctrica con bagazo de caña de azúcar. (Foto, Prensa Libre:  Carlos Hernández).

Piden normas claras

Hazbun agregó que en general, independientemente de la situación actual de emergencia, lo que necesita el sector azucarero es una normativa clara, que les permita invertir para crecer en generación y continuar dando sus seis meses de producción con biomasa y si fuera posible más.

“La tecnología existe a nivel de ley, pero a nivel de normativa no se ha desarrollado y al momento de operar no hay certeza de qué tratamiento se le va a dar a la tecnología en particular. También en procesos de licitación se enfrentan dificultades ya que se exige suministro por un año completo, pero en el caso de los ingenios no es su giro de negocio generar cuando no hay una producción de biomasa”.

Inversiones y compra de carbón

  • El rendimiento en la producción de energía por tonelada de biomasa se ha triplicado de 1998 al 2023, pasando de 34 a 107 kilovatios hora por tonelada “y se puede seguir creciendo en generación en los mismos espacios, pero eso requiere recursos”, explicó Jensen.
  • La inversión ha permitido mejorar la producción desde 1998 a la fecha se ha triplicado esa eficiencia, principalmente porque se han comprado molinos para bajar la humedad del bagazo y evaporar menos agua.
  • También se han adquirido calderas, que pasaron de 200 libras de presión a 1,500 libras para que el bagazo sea mejor utilizado para la cogeneración y venta de energía.
  • Respecto a la producción de bagazo y biomasa, se indicó que en el sector de ingenios en general, la generación de energía no se va a ver afectada por el impacto climático y sería muy parecido a años anteriores.
  • Al finalizar la zafra y terminarse la biomasa, en caso de ser requeridos se genera también con carbón en las mismas instalaciones. El carbón utilizado proviene de Colombia y en la actualidad se enfrentan algunos problemas de importación, derivado del problema en el Canal de Panamá que tiene poca agua y no está dejando pasar la cantidad de barcos usual.
  • Respecto al comportamiento del precio del carbón, ha bajado comparado con febrero de 2022 cuando empezó la guerra en Ucrania y Rusia, momento al que llegó al US$365 por tonelada, pero hoy está entre US$160 y US$180.
  • El diferencial de costo de generación de un kilovatio con biomasa y uno con carbón es de entre US$0.08 y US$1  
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Campos de cultivo de caña de azúcar y la planta de producción del Ingenio Santa Ana. (Foto, Prensa Libre: Carlos Hernández).

ESCRITO POR:

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.