Economía

Migrantes enviaron US$35 millones diarios a Guatemala en agosto

Por segundo mes consecutivo, el ingreso de remesas familiares en Guatemala registró más de U$1 mil millones en circunstancias adversas por los efectos de la pandemia, por lo que el indicador apunta a una ligera recuperación para diciembre.

Parte de las remesas que reciben los beneficiarios en Guatemala se destinan para la adquisición de los productos de la Canasta Básica de Alimentos, según la Cepal. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

Parte de las remesas que reciben los beneficiarios en Guatemala se destinan para la adquisición de los productos de la Canasta Básica de Alimentos, según la Cepal. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

En agosto, el ingreso de divisas por remesas fue de US$1 mil 050.1 millones –Q8 mil 085 millones– según los registros en la balanza de pagos del Banco de Guatemala (Banguat), que se actualizaron este jueves 3 de septiembre.

En agosto, el ingreso de divisas por remesas fue de US$1 mil 050.1 millones –Q8 mil 085 millones– según los registros en la balanza de pagos del Banco de Guatemala (Banguat), que se actualizaron este jueves 3 de septiembre.

El efecto de onda y el récord histórico

La cifra mantiene la tendencia lineal de julio, con US$1 mil 078.7 millones, y en junio de US$963.2 millones, mostrando señales de recuperación luego de una ligera caída que se presentó en marzo y abril, particularmente por los efectos del covid-19 en los Estados Unidos. De esta forma, presenta un efecto “de onda” –baja y crece–.

En los últimos dos meses, el ingreso acumulado es de US$2 mil 128.8 millones -Q16 mil 392 millones- monto que representa el 30% del total de ingresos reportados de enero a agosto por US$7 mil 009 millones -Q53 mil 969 millones-, que equivale a unos US$876 millones mensuales de ingreso promedio.

El ingreso diario en esos 60 días es de US$35.4 millones en promedio.

Es la primera vez que en un bimestre se observa que el ingreso supera los US$2 mil millones en las estadísticas.

En marzo, el monto fue de US$746 millones, abril, US$690 millones -el más bajo en el año- y en mayo, de US$836 millones.

Los resultados del crecimiento observado en julio y agosto se reflejan en medio de la crisis sanitaria tanto en Estados Unidos como en Guatemala.

En Guatemala, las remesas representan cerca del 13% de PIB, que alientan el consumo de bienes y servicios en los hogares que lo reciben, al ahorro y la inversión.

Recuperación

Por otro lado, también el indicador muestra una recuperación de 2.2% al hacer una comparación con el mismo período del año pasado -enero a agosto- cuando el ingreso alcanzó US$6 mil 855.3 millones.

La diferencia con el 2020 es de US$153 millones más que recibieron los beneficiados.

Mientras que solo en agosto del 2019 la tasa de crecimiento fue de 7%, que equivale a un incremento de US$70 millones en este año, ya que en esa ocasión se recibieron US$980 millones.

Estacionalmente, se ingresa a una temporada cuando el flujo de transferencias en su mayoría proveniente por los migrantes guatemaltecos radicados en Estados Unidos es mucho mayor, asociado a las actividades de fin de año, como la celebración del Día de los Santos Difuntos, la Navidad y Año Nuevo.

Leve crecimiento

En las últimas seis semanas, el ingreso de remesas en la balanza muestra una tendencia positiva, y que orientó a realizar un ajuste al indicador de cierre, según lo que declaró Sergio Recinos presidente del Banguat el pasado 27 de agosto.

En esa ocasión, expuso que es muy probable que exista un ligero crecimiento de 1% para el cierre de este 2020, o que se mantenga al mismo nivel del 2019, por un monto de US$10 mil 508 millones.

Una de las razones que estaría explicando este comportamiento sería la reducción de la tasa de empleo en Estados Unidos, sobre todo de la población hispana que pasó de 19% en los meses críticos de marzo y abril a 10% y 11% en las últimas semanas, así como la recuperación de la producción en ese país.

El ministro de Finanzas, Álvaro González Ricci, explicó que en la revisión del indicador que se realizó esta semana, apuntan a una recuperación, y las expectativas han cambiado a lo que se tenía previsto a un principio de la pandemia.

La proyección de cierre para 2020 es de US$10 mil 613.4 millones -Q81 mil 723 millones- con un crecimiento de 1% con relación al 2019, y para 2021, se estima un ingreso por US$11 mil 674.7 millones o sea un crecimiento de 10% más de US$1 mil millones.

Generador de ingresos

Las remesas ayudan en gran medida a reducir la pobreza, aumentar el consumo privado e impulsar el PIB, y una gran parte se destina a cubrir necesidades en el hogar, como la Canasta Básica de Alimentos, atenciones médicas y de vivienda, y otro rubro se puede utilizar para financiar otras actividades generadoras de ingresos, señala la Comisión Económica para América Latina (Cepal) en el informe “Fomento de la inversión de las remesas familiares en cadenas de valor”, que estudio los casos de El Salvador, Guatemala y República Dominicana publicado el pasado 19 de agosto.

Para el caso de Guatemala, el informe analizó la cadena de valor del turismo rural en Antigua Guatemala, Sacatepéquez, que funge como polo articulador de las actividades económicas y sociales del entorno de los municipios aledaños, que son principalmente rurales, e identificó un universo de 1 mil 235 prestadores de servicios turísticos como hoteles, restaurantes, turoperadores y artesanos, entre otros.

El informe detectó que existe una débil articulación entre los eslabones de la cadena y al interior de los eslabones, y por otro lado los actores no comparten una visión sistémica en la que se reconozca que la competitividad de la cadena depende de la calidad de todos y cada uno de los eslabones.

También incide en un buen porcentaje el desconocimiento del funcionamiento del sector y la cadena, y muchas veces los actores ingresan suponiendo que el turismo es una actividad lucrativa e inician sin capacitación ni formación de habilidades técnicas y administrativas.

Otra deficiencia es que la cadena carece de una estrategia efectiva de promoción a través de medios físicos ni electrónicos, y la mayoría de los actores opera a pequeña escala y no pueden así atender grupos grandes o ferias internacionales.

También una baja calidad en algunos servicios por la falta de inversión en equipo, mobiliario y capacitación concluye el documento.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.