Economía

Moody’s: “El gobierno necesitará más ingresos para lidiar con las demandas sociales”

El aumento considerable de la deuda pública en el 2020 y la decisión que se tome de este rubro para el 2021 son parte de los aspectos que analiza la firma de calificación de riesgo Moody´s.

Manifestaciones contra el gobierno de Alejandro Giammattei, el Centro de Gobierno y  el Congreso se reactivaron en noviembre del 2020. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Manifestaciones contra el gobierno de Alejandro Giammattei, el Centro de Gobierno y el Congreso se reactivaron en noviembre del 2020. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Gabriel Torres, vicepresidente senior de crédito de dicha firma, mencionó que persiste la debilidad en las áreas institucional y fiscal y el efecto que tengan los actuales problemas políticos pueden provocar un cambio de calificación para Guatemala.

El país está enfrentando problemáticas políticas, decisiones de organismos del Estado han llevado a la población incluso a pedir renuncias de funcionarios y parlamentarios, además las elecciones de magistrados de la CSJ y CC no se han logrado completar.  ¿Cómo afectan esas condiciones al país y el clima para la inversión?

Venimos diciendo hace años en el caso de Guatemala, que cuando analizamos el riesgo crediticio del país vemos problemas de gobernabilidad, de institucionalidad, de respeto a las leyes, además una variedad de temas que eran negativos, y que reflejan las debilidades.

En el balance creemos que hay institucionalidad en áreas mucho más específicas, como por ejemplo, el Banco Central, y la política fiscal, que permitió que el gobierno del país tuviese inflación baja durante muchos años, que creciera la economía, que el déficit no fuera tan alto.

¿A qué se debió el cambio de perspectiva de la calificación de Guatemala?

Pusimos en perspectiva negativa la calificación de Guatemala hace algunas semanas, no por esto que me acaba de mencionar, si no por el incremento de la deuda que vemos como consecuencia de la pandemia y lo que sí está relacionado con los problemas políticos que tiene el país, con las dificultades que nosotros preveíamos que iba a tener el gobierno para poder bajar el déficit e implementar un tipo de consolidación fiscal sin que haya muchas protestas.

Es negativo como para el cambio de calificación, no en este momento, pero estamos viendo cómo sigue esto, si son meramente protestas, si el gobierno responde a esas protestas, si estas protestas llevan a una parálisis del país, o si es una protesta que va y luego pasa, eso aún no lo tenemos en claro.

¿Cómo podrían afectar la calificación de riesgo o la perspectiva que emite Moody´s si se mantiene por más meses esta situación que menciona?

Si se mantiene por más meses y como consecuencia se hace más difícil cualquier esfuerzo de consolidación fiscal y por lo tanto la deuda continúa aumentando aún por encima de lo que esperábamos, eso realmente es muy negativo.

Cuando hablamos de consolidación fiscal eso no significa que hay que bajar gasto, esta es una decisión que cada país hace. Si se tiene un déficit que no se puede financiar demasiado, entonces se tiene que bajar gasto o subir ingresos.

En el caso de Guatemala, como casi toda la región, lo que hemos notado es que hay una resistencia fuerte a aumentar impuestos a pesar de que la región tiene alguno de los niveles de ingresos gubernamentales más bajos del mundo.

Damos seguimiento a 140 países del mundo, y si comparamos, Guatemala está dentro de los países en donde el gobierno recibe menos ingresos como porcentaje de la economía que cualquier otro.

¿Por qué sucede eso?

A medida que los países crecen, a medida que se hacen más ricos la población quiere más, más inversiones, salud, mejores carreteras y otros, eso requiere dinero.

Entonces creo que este es el desafío que tiene Guatemala, y es que tiene que lidiar con esas demandas sociales. Es muy probable que eso requiera, en algún momento, un aumento de impuestos, en la medida que eso se vuelva difícil va a tener que volver su atención donde se busca cortar gasto, pero la población no está de acuerdo.

A eso le podemos agregar, el componente de corrupción, o de percepción de corrupción, eso obviamente dificulta todo aún más.

Algunas personas y sectores cuestionan la posibilidad de más impuestos si no están bien usados los recursos y persiste la corrupción. ¿Qué hacer?

No estamos en posición de decirle a algún gobierno qué es lo que tiene que hacer. Señalaría simplemente que eso de que no hay razón de aumentar impuestos porque se malgastan es algo que escuchamos en todos los países del mundo de algún modo u otro.

Moody’s cambió en noviembre del 2020 la perspectiva de Calificaciones del Gobierno de Guatemala y de estable lo pasó a negativo. La calificación se mantiene en Ba1 para Guatemala y calificaciones de bonos senior no garantizados.

La realidad es que, lo que se malgasta en casi cualquier gobierno nacional es un porcentaje pequeño, simplemente porque la mayoría de los gastos de los gobiernos son en cosas como salarios o como transferencias, por ejemplo, jubilaciones y demás, que tienen con lo que el gobierno ha decidido o la sociedad ha decidido que se deba distribuir al resto de la población.

La idea que la gente tiene de mal gasto, por ejemplo, que se hizo un puente por US$20 millones y que se pudo haber hecho por US$5 millones, si bien eso tiene que ver con corrupción, rara vez eso explica un déficit fiscal.

Guatemala va a tener que llegar a un acuerdo propio, este gobierno o futuros gobiernos, lo que estoy tratando de señalar es que esto va más allá de una administración o de un gobierno en particular, esto es problema de más larga data, en nuestra opinión, que tiene que enfrentar el país.

¿Cómo ven el panorama de Guatemala luego de que se aprobó un presupuesto para el 2021 en el Congreso, el cual fue muy criticado, y debieron retractarse y archivarlo y se tendrá que adecuar el vigente este año?

No tengo detalles sobre eso, salvo la noticia general, pero se debe ver el próximo paso que sigue.

Creo que eso es parte de lo que hacen muchos gobiernos de algún modo, el pelearse, el debatir, el frenar. Creo que el tema de corto plazo del próximo año, y los próximos meses, para nosotros tiene que ver con que el déficit caiga porque si no, la deuda va a continuar aumentando más allá de la capacidad que vemos que tiene Guatemala para financiar esa deuda.

Por un lado, ese es el problema fiscal de corto plazo, pero el problema fiscal de mediano y largo plazo es lo que hemos mencionado que creemos que el gobierno va a tener que aumentar los ingresos para poder lidiar con las demandas sociales.

¿Qué importancia tendrá la transparencia en el proceso de readecuar el presupuesto del 2020 para el 2021 y la asignación de recursos para los gastos?

No puedo juzgar la transparencia o no de este presupuesto porque no lo conozco, pero la transparencia siempre es importante no solo porque da información al mercado y a la población, sino porque es elemento clave para que haya confianza en el gobierno. Cuando se empieza a perder la confianza en el gobierno, en este o en cualquier otro, los problemas que existen se amplían.

¿Cuál es la capacidad o margen de endeudarse que tiene Guatemala en este momento?

Guatemala tuvo durante muchos años una deuda de más o menos 25% o 26% del PIB, estará muy estable. Calculamos que ahora va a dar un salto a 32% y 34% del PIB.

Este nivel va a ser un poco fuerte, y creemos que no va a poder mantener el nivel de la calificación actual, o al menos, se va a volver cada vez más difícil.

El problema es que, si bien 30% o 34% es bajo como porcentaje de PIB relativo a muchos otros países del mundo, ese no es el único número que miramos.

Pero el porcentaje del PIB no es el único número que miramos.  También vemos la deuda como porcentaje de los ingresos y los intereses como porcentaje de ingresos, y es un número que viene subiendo mucho.

El pago de intereses está encima del 15%. Esto lo que dice es que por cada 100 unidades que uno recibe de impuestos cuánto eso se va en pagar solamente intereses. Si sube demasiado se vuelve insostenible. Eso es un reflejo del muy bajo ingreso que tiene el país.

¿Cuál es el panorama económico y fiscal para el país en el 2021 y cuánto influye en ese comportamiento la situación política, el impacto de covid-19 y de las dos tormentas Eta e Iota?

No tengo un número del impacto de las tormentas. Estamos esperando una recuperación de la economía el año que viene. Una ventaja que ha tenido Guatemala a través de todos los años es el crecimiento y la estabilidad del crecimiento. Esperamos que Guatemala sea el mejor o el segundo mejor país de Latinoamérica con menos caía en la economía este año junto a Paraguay.

En lo puramente económico, en el 2020 y 2021 Guatemala debería encontrarse en mejor posición que la mayoría de la región.

Este año tenemos una recesión en todo el mundo, la economía de Guatemala va a tener una caída de más o menos 2 puntos, pero esa caída va a ser de las más leves que vemos en la región. En el resto de la región, en muchos países la caída va a ser 5 o 6 o hasta 12 puntos del PIB.

Gabriel Torres, vicepresidente senior de crédito de Moody´s. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

¿De qué dependerá que la recuperación sea viable?

El principal aspecto para Guatemala, como para el resto del mundo, es que se termine la pandemia, lo que va a permitir volver a una cierta normalidad, flujo de turismo, que se pueden abrir las economías, dado lo que está sucediendo con las vacunas vemos que está avanzando y esperamos que eso vaya resolviéndose.

No creemos que Guatemala tiene problemas grandes de largo plazo de crecimiento, sino que su crecimiento no es tan bueno. Es decir, un país con el nivel de desarrollo económico que tiene Guatemala talvez le vendría bien poder crecer de forma consistente 5% o 6% cada año, y en vez de eso está cercano al dos y medio o 3%.

El problema de Guatemala hoy es menos el crecimiento económico y más el tema institucional y fiscal.

¿Cómo corregir el problema institucional y fiscal que menciona?

El institucional son cambios lentos, son cambios que no se hacen con facilidad de un momento a otro.

En el aspecto fiscal puedo decir, un país aumenta sus ingresos o baja sus gastos y resuelve, pero acá (en lo institucional) va a requerir algo más que eso que requiere tiempo. Lo de Cicig fue un intento de darle una cierta institucionalidad importante, no funcionó, va a depender de la sociedad en su conjunto, no hay soluciones fáciles, en los países con instituciones débiles a veces eso dura décadas y hasta generaciones en resolverse.

¿Cómo observan el clima de negocios para invertir en Guatemala en el 2020 y para el 2021?

En el 2020 es difícil de medir algo así por la crisis de la pandemia, así que el 2021 debería ser mejor simplemente por el fin de esa pandemia.  Creo que los problemas mencionados de temas político, institucional, protestas y de otros, son un problema más de fondo que van a continuar reapareciendo si no se resuelven.

¿Cuándo le toca a Guatemala una nueva revisión?

Acabamos de hacer una, así que no esperamos hacer nada en el corto plazo, salvo que haya una crisis nueva.

Viendo a Guatemala desde afuera, tiene ventajas el país, no es poca cosa poder crecer en forma consistente año tras año, obviamente no en el 2020, y continuar creciendo, tener pocos shocks económicos, muchos países de Latinoamérica crecen y luego tienen un mal año creen un mal año u otro mal año, y así sucesivamente. Guatemala ha evitado eso, así que sería interesante saber si el país lograra resolver los otros problemas que hemos hablado como el institucional, los bajos ingresos y demás.

 

ESCRITO POR:

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.