Aunque el modelo se aplicó para el sector turístico, por el efecto múltiple que tiene para otras actividades en el sector de Antigua Guatemala, también se puede aplicar para otros sectores.
El objetivo es estimular la inversión por medio del 10% de los ingresos por remesas, entre las personas que envía el dinero a las familias que los reciben y juntarlos para promover negocios y apalancar otras actividades.
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El mayor destino que reciben las remesas es para el consumo en los hogares y otro porcentaje es para educación, salud y otro porcentaje al ahorro.
¿En qué consiste la propuesta?
Ramón Padilla Pérez, jefe de la unidad de Desarrollo Económico de la Cepal, expuso que la propuesta incluye las áreas del desarrollo productivo, como negocios o la creación de medianas empresas y la inclusión financiera.
Afirmó que Guatemala, recibió US$9 mil 287 millones en 2018 y el potencial de inversión es de US$1 mil millones.
Explicó que de acuerdo a la media de lo que reciben las familias, ahorrar entre US$20 por cada remesa, primero se deben crear asociatividad y grupos receptores de remesas que se unan con los grupos de migrantes y estos apalanque al sector financiero.
Es decir, juntar el dinero de varios receptores de remesas, migrantes y en conjunto con el sistema financiero puedan ir enfocados a proyectos de sistemas productivos, certificaciones, sistemas de calidad, infraestructura, telecomunicaciones, para incrementar la oferta turística en Antigua Guatemala y las comunidades aledañas.
“Se pueden financiar estos proyectos a partir del dinero que se recibe en conjunto con el sector financiero y con algún incentivo estatal que pueda recibirse”, afirmó el técnico de la Cepal.
Explicó que, en otros países, se aplica un modelo, en el cual, por cada dólar que se invierte y que proviene de remesa, el Estado o los gobiernos locales, invierten otro y si estará unido con el sector financiero, empiezan a incrementar por el interés que genera y los proyectos pueden alcanzar hasta inversiones de US$10 mil a US$15 mil para arriba y empieza a generar cambios sustanciales.
Incentivar más de una actividad
El técnico de Cepal subrayó que la propuesta debe estar muy ligado a los procesos de las capacidades, por estar enfocadas en comunidades rurales, para llevarlos de la mano en la interpretación de estas para lograr un cambio a largo plazo.
Padilla Pérez, aclaró que, en el estudio de caso de Antigua Guatemala, con el acompañamiento del Ministerio de Economía (Mineco) y el Programa Nacional de Competitividad (Pronacom), el estudio entraba en la cadena de trabajo y que el turismo entra en varias actividades productivas, como transportistas, sector hoteles, restaurantes, tour operadores y artesanos.
El modelo sirve para impulsar varias actividades y puede ser aplicado a otras actividades productivas en otros departamentos.
Padilla Pérez dijo que el sector financiero debe trabajar en la parte de preparación y capacitación a las personas que reciben las remesas, para tener el acercamiento con las personas que reciben los recursos.
“Hay que trabajar la forma de cómo ayudarles a las personas para que comprendan las oportunidades del sistema financiero para contar con un historial para que tenga acceso a créditos, seguros y sistema de pensiones”, aseveró.
Demanda de servicios
Jorge Mario Chajón, director del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), indicó que en la industria turística hay oportunidades de inversión y es un tema que ya han discutido para que grupos inviertan, en este caso, de la comunidad migrante.
La iniciativa de Cepal tiene sustento y parte de ese dinero de las remesas se pueden invertir en ampliar los servicios turísticos, no solo en Antigua Guatemala, si no en otros territorios que están identificados.
“Sería de trabajar en coordinación con Cepal y como ente rector del sector turístico indicar cuales son los sitios o destinos en los cuales hay oportunidades de inversión o cadenas donde puedan participar los migrantes”, indicó Chajón.
Afirmó que la iniciativa debe estar en sintonía con el Plan Maestro de Turismo Sostenible.
¿Es viable?
Para el economista y exgerente de la banca central, Edwin Matul, la mayoría de las personas que reciben el dinero lo utilizan para el consumo, sobre todo de productos de la Canasta Básica Alimentaria, para atención en la vivienda y muy poco para ahorro.
Lo ideal, dijo, es que con parte de ese ahorro se promuevan micro o medianas empresas para atender al sector turístico, con apoyo del sector financiero, así como la creación de incentivos estatales.
Recordó que este modelo puede ser un “buen” apalancamiento, media vez se brinde el apoyo técnico y seguimiento, ya que algunos proyectos no cuentan con capacidad.
Para este año, se proyecta que el ingreso de divisas por remesas supere los US$10 mil 200 millones y sería una cifra histórica.
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