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Accesos a la ciudad de Guatemala en peligro: Errática gestión profundiza riesgo sobre rutas claves

Los cuatro principales accesos a la capital presentan riesgos similares a los del Pacífico, advierten expertos.

El nuevo hundimiento en Villa Nueva ha encendido las alarmas de la situación en otros accesos a la ciudad de Guatemala.

El nuevo hundimiento en Villa Nueva ha encendido las alarmas de la situación en otros accesos a la ciudad de Guatemala. (Foto Prensa Libre: María José Bonilla)

Mientras la ruta al Pacífico, la principal carretera para conectar los puertos del océano Pacífico con la ciudad de Guatemala sigue cerrada, los expertos consideran que un problema similar puede presentarse en los otros accesos a la capital.

Los factores que ponen en riesgo los cuatro principales accesos al área metropolitana son múltiples, pero forman parte de un ciclo recurrente sobre todo en el invierno.

Lo ocurrido la noche del 2 de agosto en el kilómetro  17.5 ruta al Pacifico, en jurisdicción de  Villa Nueva, que es una carretera de alto flujo vehicular, pudo evitarse, si se hubiera dado el mantenimiento, la supervisión y la vigilancia de la cuenca del río Platanitos. Ahora, se mantiene interrumpido el paso de vehículos a la carretera interoceánica, es decir la que conecta puerto a puerto y es de alta importancia para la economía nacional.

Pero también en la cuesta de Villa Lobos, se han detectado otros socavones por una tubería que colapso y otra emergencia pone en riesgo el tramo entre Villalobos y San Cristóbal.

La ruta al Pacifico, no es la única que está en crisis, en este momento, y un evento similar se puede presentar en otros trayectos que son claves para el proceso productivo macro y micro.

Víctor Manuel García Lemus, presidente, de la red de universidades de la Américas y el Caribe para la reducción del riesgo de desastres (Redulac), y experto en gerencia de riesgo de desastres en proceso de desarrollo, manifestó, por ejemplo, que el problema presentado en la ruta al Pacífico se debió a un cúmulo de falta de mantenimiento y trabajos correctivos y una deficiente infraestructura en el sector, que cuenta con cunetas y no drenajes que canalicen el agua en momento de lluvia intensa.

Pero, para los expertos la situación de riesgo se extiende a diferentes carreteras alrededor del área metropolitana.

Por ejemplo, en la ruta que viene del oriente, conocida comúnmente como carretera a El Salvador,  se debe hacer las evaluaciones y construir drenajes adecuados para evitar que sea de alto riesgo. Allí existe una falla geológica y constantes hundimientos, y a su vez se están realizando construcciones y edificaciones que pueda estar debilitando los taludes.

Mientras tanto, en la ampliación que se hizo a la ruta al Atlántico, quedaron taludes de casi 90 grados de inclinación y en la parte de arriba hay viviendas que ahora tienen problemas por la cantidad de lluvia.

En la ruta al occidente y su paso por San Lucas, no se  cuenta con drenajes y se tiene que ampliar la capacidad de recolección de agua y aumentar los lugares de captación de la misma, porque se forman correntadas y se empieza a generar erosiones. Además, es necesaria la revisión de taludes.

Los cuatro ingresos tienen la misma característica, ya que fueron construidas como rutas nacionales, sin contar con drenajes, porque eran vías de paso. Sin embargo, pero ahora, con el crecimiento poblacional, son vías urbanas y tienen la complicación que esos drenajes no se dan abasto.

En el caso de la ciudad de Guatemala, hay un colector central que tiene la capacidad de trasladar las aguas a una de las dos cuencas cercanas, la del pacífico y la del atlántico, pero en las carreteras nacionales donde están estos municipios no sucede esto, ya que no se cuenta con esa infraestructura.

San Lucas, Mixco, Villa Nueva, San Miguel Petapa, que son conurbanos con la capital, carecen de esta infraestructura en comparación con la ciudad, en cuanto a colectores principales y su diseño que fueron aplicados con planes maestros en la época del exalcalde Manuel Colom Argueta.

“Somos reactivos ante los desastres naturales”

Alejandro Maldonado Lutomirsky, exsecretario de Conred, el problema principal que lleva a esta situación de riesgo es que no se ha tenido la capacidad de implementar una política nacional de gestión para la reducción de riesgos de desastres y se mantiene una cultura reactiva.

Como ejemplo, explica que ninguno de los desastres de la ruta al Pacífico debieron suceder, pues se derivaron de situación que debieron vigilarse y prevenirse.

“Vivimos en un ciclo de simplemente a esperar a que surja un problema y que se repite; aunque son problemas relativamente similares en los casos que hemos visto; las cavernas que se forman por la erosión, por el flujo de agua subterránea, son detectables, pero no es una prioridad que se le brinde a esta temática”, señaló.

Recordó que hay estudios que señalan que es  extremadamente rentable para el Estado la prevención, ya  que por cada Q1 que se invierta en prevención se puede ahorrar Q4 o más en respuesta.

Sobre el riesgo latente en los ingresos a la ciudad de Guatemala, Maldonado asegura que Las municipalidades han hecho un buen trabajo en exigirle a la iniciativa privada que cumpla con toda la reglamentación de declaratoria de riesgo, sin embargo, hace falta que la propia institucionalidad cumpla con esos requisitos.

Diagnóstico y evaluación de riesgos

Ya que la atención en este momento está en tramo del kilómetro 17.5 de la ruta al Pacífico, lo primero que recomiendan los expertos es hacer una evaluación clara de riesgo sobre esa ruta. Entre los factores a evaluar están:

  1. La cantidad de basura que se está lanzando a los ríos y que están dañando los cauces y dificultando el paso del agua.
  2. La infraestructura de puentes o de pasos de agua, badenes, porque se tienen que ampliar, ya que el tema es sensible en invierno y en verano no se atiende en esa infraestructura.
  3. Empezar a verificar la carga de construcción en Villa Nueva, ya que se están edificando apartamentos al igual que en la parte de Bárcenas, y se desconoce qué tipo de drenajes se están construyendo, así como la normativa aplicando. Las dimensiones de los drenajes tienen que variar por las condiciones del cambio climático, con una mayor capacidad para el traslado de agua.
  4. Empezar a cosechar agua, que son grandes piscinas que acumulan gran cantidad de agua de lluvia, y luego potabilizarla y reducir la escorrentía.
  5. Recuperar las cuencas, estabilizarlas, controlar las extracciones ilegales de material y supervisar para eliminar estas prácticas.

Área de fallas geológicas

Edwin Escobar Hill, ex alcalde de Villa Nueva, explicó que hay riesgos en los accesos a la capital por deterioro de vías, pero también por lo que han manifestado los geólogos e ingenieros acerca de las fallas geológicas en la carretera a El Salvador y la falla de San Lucas.

A su juicio, los taludes deben estar más inclinados pues “están muy verticales  y cada vez se tendrá que hacer inversiones en los muros de contención”

El exalcalde reconoció que esta situación no es nueva, pero hay casos como en Medellín, Colombia, donde se han realizado fuertes inversiones estatales.

Recordó que el valle de Guatemala cuenta con problemas geológicos, porque se pasa de un área montañosa a valle, por lo que se debe mantener un monitoreo constante con los incidentes de este tipo, que considera que continuarán ocurriendo sin previo aviso.