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Área semiárida de Corredor Seco llegará a Región Metropolitana entre 2030 y 2070 

La crisis de abastecimiento de agua entubada ha generado protestas en los últimos años. Las autoridades buscan ejecutar planes para satisfacer demanda.

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FALTA DE AGUA EN LA ZONA 18

Vecinos de la colonia Renacimiento se han quejado por años por la falta de agua entubada. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

La crisis de abastecimiento de agua ha llegado a puntos críticos que ha obligado a pobladores de la Ciudad de Guatemala, Mixco, Villa Nueva y San Juan Sacatepéquez, del departamento de Guatemala, a protestar por la falta del vital líquido.  

Estudios de diversas organizaciones explican que el problema se agudizará año con año debido, no solo al cambio climático, sino al acelerado crecimiento poblacional, la deforestación alrededor de cuencas, el proceso de urbanización desordenado, la contaminación de mantos acuíferos y la falta de una ley que obligue al buen uso del agua en el país.  

Si las cosas no cambian, y no se concretan planes serios, el área semiárida del Corredor Seco llegará a la Región Metropolitana de Guatemala (RMG) entre 2030 y 2070, según el último estudio sobre el estado de agua del Fondo de Agua para la Región Metropolitana de Guatemala (Funcagua).  

“La RMG comprende 12 municipios y 20 microcuencas, con un aporte de 701 millones de metros cúbicos al año de agua superficial y otros 140 millones de metros cúbicos de agua subterránea”, explica Funcagua.  

Agrega que a eso se suman “las aguas de cuatro microcuencas de los ríos Xayá y Pixcayá que, a pesar de estar situadas fuera de la RMG, representan un importante insumo de agua con un aporte de 88 millones de metros cúbicos al año. Estos aportes son complementados por un número indeterminado de pozos mecánicos que explotan los acuíferos locales”.  

La directora ejecutiva de Funcagua, María José Iturbide, explica que Guatemala, en 38 años, ha triplicado su población y en 20 años ha perdido el 28 por ciento de sus bosques.  

El censo de 2018 contó a 15 millones de personas, y de esas, el mayor porcentaje se concentró en la RMG con casi 4 millones. 

La Ciudad de Guatemala, Mixco, Villa Nueva y San Juan Sacatepéquez, donde la población suma casi los 3 millones, es donde más resienten el desabastecimiento de agua.  

Investigaciones del Centro de Estudios Ambientales y Biodiversidad de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG), que contribuyó con el último análisis de Funcagua, revela que en la RMG una persona usa al mes por lo menos 6.65 metros cúbicos de agua, que equivale a 222 litros al día por persona en escala residencial.  

El consumo varía dependiendo el nivel socioeconómico de las familias, según análisis del Observatorio Económico Sostenible de la UVG. Este, establecen, oscila entre uno y dos metros cúbicos por día, por hogar; es decir, entre 200 a 400 litros por persona al día. 

La Empresa Municipal de Agua (Empagua), ha considerado el consumo promedio de los hogares en la ciudad de Guatemala en 28 metros cúbicos, que representan 208 litros diarios por persona. Sin embargo, la realidad a que se enfrentan millones de pobladores es distinta a la mera estadística.  

 María Victoria Aguilar García es una líder comunitaria de la zona 18 que hace dos semanas encaró a la gerente de Empagua Crista Foncea durante una reunión en el Congreso de la República por una nueva crisis por falta de agua en sus casas. 

 El nuevo enfrentamiento por la falta del servicio en colonias de las zonas 17 y 18 de la capital los llevó no sólo a demandar la atención de la municipalidad, sino a bloquear el kilómetro 6.5 de la ruta al Atlántico para ser atendidos.  

 La Policía Nacional Civil, por medio de antimotines, disolvió la protesta que los vecinos calificaron de genuinas porque no podían seguir sin el servicio de agua, que durante los días anteriores solo había sido paliado con cisternas.  

 “Queremos que las autoridades entiendan que es imposible para nuestras familias vivir con cinco litros de agua al día. Es algo que cada año nos perjudica más y más”, expresó.   

 Y en ese sentido, las comunas tienen el denominador común de comprar el agua a empresas particulares para dotar no solo a los pozos, sino a los vecinos de colonias populares.  

La municipalidad de Mixco, por ejemplo, entre noviembre y diciembre de 2021, le adjudicó un proyecto de Q9 millones 100 mil a Johny Bayron Aquino Ruiz, representante legal de las empresas Aquinosa, Distribuidora Aquino e Importadora Aquino Ruiz, por la compra “de agua potable a tanques de captación y distribución de agua en el municipio de Mixco”, según registra Guatecompras.  

El objetivo de la adquisición, que sumado desde 2019 a la fecha es de más de Q18 millones, fue abastecer por un año los 22 tanques de distribución del municipio.  

Aun así, esto se ha hecho insuficiente. El Censo de 2018 estableció que Mixco tiene una población de 465 mil 773 personas y solo el 60 por ciento recibe agua en forma casi regular. Muchas colonias han construido pozos propios.  

La Ciudad de Guatemala ha hecho lo mismo con este problema. Por ejemplo, esta última crisis que detonó en protestas, y que la justificaron en la avería de una bomba en la zona 18, recurrieron a la empresa Soluciones In Situ, propiedad de Boris Adelso García Castillo para adquirir agua por medio de cisternas por Q68 mil 750. 

BLUQUEO ZONA 18
Vecinos bloquearon el 7 de abril la ruta al Atlántico por escasez de agua entubada en la zona 18 de la capital. (Foto Prensa Libre: Tomada de La Parroquia)

En febrero ya habían recurrido a Soluciones In Situ, que tiene su sede en Escuintla. En esa ocasión le adjudicó un contrato por el “servicio de transporte de agua mediante cisternas consistentes en 1 mil 600 viajes para entregarla en varias zonas rojas, por medio de camiones cisterna”. El costo de la factura fue de Q880 mil, por cuatro meses y la empresa debía tener disponibilidad las 24 horas para llevar el líquido.  

Pero lejos de este problema que viven en zonas densamente pobladas, Funcagua también ejemplificó el caso de un edificio de la capital, con 53 apartamentos, donde consumen 12 mil galones de agua diario.  

Con el paso del tiempo han recurrido a comprar agua en cisternas y a la fecha el costo mensual por esto es de Q49 mil diarios, que se traduce en Q900 mensuales para los inquilinos.  

La gerente de Empagua aseguró durante su visita al Congreso que el problema mayor lo enfrentan en el verano, porque “las fuentes superficiales se han reducido enormemente y lo que estamos haciendo es redistribuir en forma equitativa. Es una dificultad enorme y lo tratamos de resolver de la mejor manera”.  

De hecho, la comuna de la Ciudad de Guatemala colgó en Guatecompras un concurso para “el mejoramiento del sistema de agua potable con perforación de pozo en la 13 calle 24-34 colonia Alameda III, zona 18”.  

La ley de aguas, el camino 

Funcagua estableció en el último informe sobre el estado del agua en la RMG que el nivel del vital líquido en algunos puntos ha descendido a menos de los 400 metros.  

Añaden que en 1978 hallaron agua a 61 metros de profundidad, pero en 2018 ya fue a 392 metros. Las mediciones las hicieron en pozos de la capital, Mixco y Villa Canales.   

“El monitoreo ha abarcado no solo pozos municipales, sino privados. Este descenso del recurso hídrico, en los últimos 40 años, no es solo una responsabilidad de las comunas sino de todos, porque evidentemente la necesidad y demanda es muy grande”, expuso Iturbide.    

¿Cuán urgente y necesaria es la aprobación de una ley de aguas? Desde hace más de 30 años se habla de ella, y hay al menos cinco propuestas distintas en el Congreso. De hecho, el jefe de la Procuraduría de los Derechos Humanos, Jordán Rodas, instó a discutirla y aprobarla porque la consideró urgente. “El problema de falta de acceso al agua potable se agudiza, las 340 municipalidades deben tener planificación a corto, mediano y largo plazo. Hoy más que nunca es indispensable que el Congreso la apruebe”, escribió en varias oportunidades, y últimamente en la crisis que se vivió en zonas de la capital y Mixco.  

La directora ejecutiva de Funcagua consideró que “es urgente aprobar una Ley de Aguas, porque ésta pone las reglas del juego. Establece todo. Somos de los pocos países que no la tenemos. Hasta Nicaragua cuenta con una”.  

Agregó: “Guatemala cuenta con abundante recurso hídrico, pero lamentablemente en mal estado. Acá se contaminan a diario fuentes de agua limpia por desechos sólidos. En otras latitudes esto se penaliza duramente. La contaminación de un rio la consideran un crimen. Pero acá en Guatemala no. Y el instrumento es necesario”.  

“No es posible tirar aguas servidas en agua limpia, que podría satisfacer el consumo humano y de seres vivos”, expresó.    

“No impulsamos ninguna iniciativa”, aseguró, pero eso sí, apuntó, “actúan para preservar el recurso mientras se discute o aprueba una ley en el Congreso”.   

La RMG necesita de reforestación para mejorar la cantidad y calidad del agua. En 2015 elaboraron un estudio que determinó que la RMG tenía una capacidad de 17 mil hectáreas disponibles para reforestar. Y es en eso que trabajan, mientras llegan soluciones de Estado para resolver los problemas que genera la falta de recurso hídrico. 

Las acciones paliativas 

El portavoz de la comuna de Mixco, Mynor Expinoza explicó que cuando tienen problemas de bastecimiento utilizan las pipas con agua o cisternas para abastecer a los vecinos “para no dejarlos sin agua”.  

Agregó que es más ahora en estos tiempos de covid-19 “que no es conveniente estar sin el líquido”  

“Las 15 alcaldías tienen la orden del alcalde de Mixco, Neto Bran, de distribuir agua de inmediato, con pipas si se hace alguna reparación de algún pozo”, dijo.  

Espinoza justificó que la falta de agua es un problema a escala mundial. “La escasez es evidente y debemos cuidarla, no desperdiciarla. Sin embargo, siempre damos solución de diversas maneras en menos de 24 horas para que los vecinos no padezcan”, indicó.  

El subgerente de servicio al cliente de Empagua, Carlos Flores, indicó que esa institución trabaja “constantemente en acciones que van dirigidas a garantizar el servicio de agua potable a la Ciudad de Guatemala y parte de los nueve municipios circunvecinos”.  

Agregó que “los retos, principalmente en esta época del año en el que el nivel más bajo de los ríos es más evidente. Hay que tomar en cuenta que ese reto va acompañado de un crecimiento poblacional, contaminación de ríos que alimentan nuestras plantas de tratamiento que se dan fuera del límite de Ciudad de Guatemala, inviernos afectados por el fenómeno del niño que, a excepción del 2020 que fue un invierno más estable, comprometen las producciones de las plantas de tratamiento y eso se ve reflejado en la cantidad de agua que se cuenta para distribuir a una población en constante crecimiento”.  

Flores explicó “que no es que haya un desabastecimiento de agua en la Ciudad de Guatemala, ya que el 80% de nuestros usuarios (225 mil) cuentan con un servicio regular”.  

Según el funcionario “reciben servicio todos los días al menos 12 horas, otro 15% recibe servicio intermitente, un día sí y otro no y hay un 5% en el que si tenemos un reto ya que su servicio es irregular y es donde estamos trabajando para solucionar lo más pronto posible”.  

“Empagua trabaja en la puesta en operación de algunos equipos que han presentado inconvenientes para poder apoyar en una distribución más eficiente y equitativa para todos nuestros usuarios”, expresó Flores.  

Resaltó el caso que ocurrió hace dos semanas en la línea de conducción de la estación de bombeo El Atlántico hacia la planta Las Ilusiones que resultó en una suspensión total de la producción afectando parte de las zonas 18, 17 y 25.  

“Esos trabajos de reparación llevaron más de 110 horas ininterrumpidas hasta restablecer el servicio, la reparación y puesta en operación de las unidades de la estación de bombeo Juana de Arco y estación de bombeo El Atlántico. La puesta en operación del pozo C-4 que beneficiará a la zona 24”, expuso.  

Otro de los proyectos para satisfacer la demanda del agua, a mediano plazo, es la instalación de tanques elevados en distintos puntos de la ciudad.