Aguilar le pidió a Marina llegar por la tarde a la estación con su uniforme de gala, supuestamente para una entrevista con un canal de televisión de Quetzaltenango, según informó la radio Stereo 100 de esa localidad.
“Mientras esperaba por la supuesta entrevista las sirenas se activaron. Nolasco pensó que se trataba de una emergencia”, añadió el medio local, cuando Carlos apareció preparado con cada detalle.
Marina, de 28 años, llegó acompañada de su hija Samantha, 7.
Mientras Carlos le hablaba, sus compañeros desplegaban un cartel en el segundo nivel de la estación pidiéndole que se casara con él, pero también se dirigía a Samantha como pidiéndole permiso, de poder formar parte de su familia.
Marina tiene seis meses de estar en ese cuerpo de socorro y un año de noviazgo con Carlos, 35, a quien conoció mientras se preparaba como socorrista.
Entre lágrimas y emoción, aceptó y dio el sí. Su hija Samantha se mantenía tomada de su mano.
“De rodillas Carlos le colocó el anillo que sellaba el compromiso” y les prometió que seguría cuidando de ellas “hasta que la muerte los separe”.
Ahora deben fijar una fecha para un paso tan importante en sus vidas.