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Según la Defensoría del Usuario del Transporte Público, de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), los inconvenientes se deben a una sola razón: transportistas y usuarios se están relajando ante el coronavirus.
Edgar Guerra, titular de la defensoría de la PDH, explicó que la principal recomendación al usuario es no usar buses saturados y reportar cualquier inconveniente, pero, en algunas ocasiones, son los propios usuarios quienes junto al piloto dejan de lado la seguridad sanitaria.
“Hay que evaluar qué acciones se deben tomar para que se cumpla con el protocolo, nosotros estamos recomendando que se realicen operativos de manera inmediata porque a la hora de la hora, todo mundo se está relajando, vemos pilotos y usuarios que viajan sin mascarillas y con buses sobrecargados, la responsabilidad es compartida junto a las autoridades rectoras que también deben de velar por su cumplimiento”, refirió.
Epidemiólogos ya han advertido de una segunda ola de casos, que puede ser menor o mayor a la que ya sufrió el país, dependiendo que tan responsables sean las personas al irse incorporando en sus actividades, pero Guerra teme que la irresponsabilidad que se observa en el transporte público, cobre vidas.
“Es preocupante toda vez ante el relajamiento que ha habido de parte de los transportistas y de la población es sumamente peligroso en una segunda ola de contagios, recordemos que el primer lugar de riesgo es un hospital y el segundo es el transporte colectivo, donde hay más presencia de personas el riesgo está latente, pero se multiplica el mismo ante la inobservancia de las recomendaciones del protocolo, comenzando con el distanciamiento físico que no se cumple”, refirió.
Transmetro no se salva
Uno de los sistemas de transporte público que ha ido regresando a sus operaciones de forma paulatina es el Transmetro, que brinda sus servicios en la ciudad de Guatemala tras superar las pruebas impuestas por las autoridades sanitarias.
Pero un trabajo fotográfico de Prensa Libre documentó el pasado 15 de octubre, en la estación Plaza Barrios, como aparentemente no se respeta el distanciamiento social.
La defensoría de la PDH confirmó que también han apreciado este tipo de comportamiento, en algunos horarios específicos, añadiendo que el tema ya se ha expuesto con las autoridades municipales quienes les han informado de acciones positivas para solventar esos inconvenientes.
Al consultar con el equipo de Comunicación Social de la Municipalidad de Guatemala, referente a las fotografías de Prensa Libre, su respuesta fue la siguiente:
“La Municipalidad de Guatemala cumple con los protocolos para el funcionamiento de Transporte tal y como se pudo observar en los ensayos del 6 y 7 de junio, distanciamiento social, toma de temperatura y aplicación de alcohol en gel. Para el Alcalde Ricardo Quiñónez la salud y persona es lo más importante en estos momentos, por lo que el cumplimento de los protocolos de salud es primordial, en cualquiera de los servicios esenciales”.
El departamento de comunicación, añadió; “es importante mencionar que en la fotografía que se menciona, lo que se refleja es el resultado del distanciamiento social. Antes de la pandemia línea 13 y 12 compartían estación en Plaza Barrios. Los protocolos establecen separar la transferencia para evitar aglomeración y para eso utilizamos la estación tipografía por sus dimensiones. Las filas que se observan, son el resultado de respetar el distanciamiento social”, finalizó.
Una sola sanción
Para vigilar el servicio de buses fuera de la ciudad de Guatemala existe la Dirección General de Transporte (DGT), que se apoya del Departamento de Tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC) y de las Policías Municipales de Transito de la localidad.
Aunque se dé un trabajo en conjunto los esfuerzos parecen no ser suficientes. Desde que comenzó la reanudación del servicio de buses las redes sociales han servido como plataforma de denuncia, señalando a algunas unidades que no cumplen con los protocolos, pero no ha sido posible localizar estas unidades.
Autoridades afirman que se debe porque las denuncias o reportes no tienen datos necesarios para un seguimiento, como por ejemplo el número de placa. La DGT asegura que realizan de cinco a seis operativos diarios y que han emitido autorizaciones para circulación a cerca de 3 mil buses.
Apenas ayer en un operativo la DGT impuso su primera sanción a un bus que iba sobrecargado, incumpliendo con una de las principales recomendación de prevención contra el Covid – 19.
“Venía de Joyabaj, Quiche, se le impuso una sanción de Q3 mil por no respetar el aforo y se les recomendó que hicieran un trasbordo con las personas de sobrecargo en la terminal de Chimaltenango, todo esto en coordinación con la PMT, haciendo énfasis a los transportistas que en Chimaltenango existe un circuito de video vigilancia que es un actor principal en las supervisiones e inspecciones que nosotros hacemos”, señaló Axel Xuya, director de la DGT.
Recomendación
Este relajamiento en la vida diaria, que se refleja claramente en el transporte público, se debe a una sensación de falsa seguridad que ha transmitido el gobierno, eso según el epidemiólogo José Ortiz, director del Observatorio Nacional de Salud.
El experto añade que muchos deberán de usar buses por necesidad, pero destacó algunos consejos para evitar que un viaje se convierta en una situación de mayor riesgo para su salud.
“Van a tener que utilizar una mascarilla todo el tiempo, al subir a un bus es preferible que utilice anteojos de protección porque los aerosoles van a estar esparcidos en toda la unidad, lavarse las manos antes y después de bajar, quiera que no los tubos son lugares perfectos para el covid porque la gente que estornuda se limpia con las manos y luego los sujetan”, indicó.
Una alternativa, si no es posible lavarse las manos, es cargar alcohol en gel, también es necesario que no hable dentro del bus y si recibe una llamada telefónica, lo mejor es responder luego de bajar del servicio y haberse desinsectado las manos.
Sin reuniones
El gobierno central anunció una mesa de diálogo para que empresarios del transporte urbano afinen la mejor estrategia para la reactivación de este servicio, pero en dos semanas no ha existido un solo acercamiento, según los transportistas.
“Al ente regulador al quien el gobierno le dijo que solucionara el problema vemos que hay mucha lentitud, hasta ahora no hemos llegado a acuerdos significativos. Nosotros entendemos que es una situación de mucho riesgo pero estamos exhortando que retomemos la mesa de trabajo y que encontremos la forma de salir a trabajar, en un dato que ellos nos dieron se demostró que los buses rojos transportan a 586 mil personas diarias”, explicó Edwin Amaya, de la Asociación de Propietarios de Autobuses Urbanos de Guatemala (Asopagua).
Según Amaya son cerca de 5 mil familias las que dependen del servicio de transporte urbano, y que por la falta de acuerdos, están subsistiendo bajo condiciones precarias.
Por su parte Edwin Asturias, titular de la Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia Covid – 19 (Coprecovid), explicó que hasta donde tiene conocimiento este tipo de buses aun no logra cumplir con las medidas sanitarias.
“Esta es una función que está haciendo el área de salud, tanto con las municipalidades de Guatemala y Mixco, a mi entender los buses rojos todavía no cumplen con los protocolos y hasta que eso no se dé no pueden operar para la población (…) ya el protocolo de parte de Coprecovid está muy claramente establecido, tienen que operar bajo esas condiciones y si no pueden hacerlo no pueden operar”, precisó.