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Incendios destruyen 21 mil hectáreas de bosque

Los incendios forestales que han ocurrido en el país durante lo que va del año han destruido 21 mil 489 hectáreas de bosques.

Los incendios forestales afectan particularmente a Petén y las áreas protegidas. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Los incendios forestales afectan particularmente a Petén y las áreas protegidas. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Según el análisis del Sistema Nacional de Prevención y Control de Incendios Forestales (Sipecif), el 38 por ciento de ese territorio siniestrado está en Petén —ocho mil 112 hectáreas—, por lo que es el departamento más afectado.

El informe también revela que del 1 de enero al 13 de junio últimos han ocurrido 575 siniestros, más de un cuarto de ellos —164— en Petén.

Otros lugares

Con excepción de Petén, en todo el territorio nacional, en el periodo mencionado, ocurrieron otros 411 incendios forestales.

Los departamentos más afectados, según el Sipecif, son Quiché, con 60; Baja Verapaz, 47; Zacapa, 42; Totonicapán, 39; Jutiapa, 35, y Alta Verapaz, 32.

Los 156 siniestros restantes están distribuidos en varias regiones del territorio.

Los departamentos donde más destrucción se ha reportado son Baja Verapaz, con mil 336 hectáreas; Zacapa, mil 257; Chiquimula, mil 221; Quiché, mil 48; y Jutiapa, 959.

Otro detalle del informe es que el 60 por ciento de los incendios ocurren en áreas protegidas y el restante 40 por ciento, en áreas públicas o privadas.

Se calcula que el 58 por ciento de los incendios son provocados; el 28 por ciento ocurre por quemas agrícolas; un 7 por ciento, por fogatas que se salen de control y el origen de un 8 por ciento no se logra determinar con exactitud.

El director del Sipecif, Adolfo Efraín Cifuentes, explicó que para hacerle frente a los incendios forestales “hay 262 personas para todo el país”.

“Básicamente, estas personas están para el combate de incendios. Nos falta personal para hacer actividades de prevención. ¿La razón? Nos falta presupuesto”, dijo Cifuentes.

Elder Manrique Figueroa Rodríguez, director del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), manifestó que este año en particular las condiciones para la formación de incendios forestales fueron propicias. “El cambio climático afecta al fenómeno El Niño, lo cual provoca que la humedad relativa baje y la temperatura suba.

“Se produce sequedad. Esto favorece para que el material sea muy combustible y muy propicio para un incendio forestal”, precisó el director.

En los últimos dos años la temporada de sequía en Guatemala fue extrema. Para Figueroa Rodríguez, este año hubo muchos riesgos, por la falta de agua.

Efectos negativos

“Los incendios afectan al ecosistema. Tenemos pérdidas de madera no maderable, fauna, y el efecto de contaminación al ambiente; son situaciones a las cuales no se les da importancia y que paradójicamente es lo que tiene mayor valor”, explicó el director del Conap.

Un incendio forestal puede acabar con un bosque en cuestión de horas, pero el proceso natural para regenerar la capa forestal de los bosques tarda unos 40 años.

Un cálculo efectuado por expertos revela que por cada hectárea de bosque de pino o encino que se destruye, el país pierde Q300 mil.

El funcionario resaltó que en el caso de los bosques latifoliados —árboles de hoja ancha y madera preciosa como caoba y cedro—, la regeneración tardaría al menos 60 años y las pérdidas serían de Q1.2 millones.

Esta proyección no incluye la destrucción de flora no maderable, fauna y los servicios ambientales que el bosque da a la sociedad como la generación de agua y aire puro.

Figueroa Rodríguez dice que el principal problema para cuidar los bosques es que a la población, por razones culturales, no se le educa sobre la importancia de conservar el entorno natural.

El Conap administra el 32 por ciento del territorio nacional y tiene Q97 millones de presupuesto —0.1 por ciento del nacional—.

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