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El aumento es lento, y si se compara con otros países de la región, como Brasil, México y Colombia, es más que evidente, pues en la misma temporalidad en esas naciones crecieron 4.5 centímetros (cm).
La estatura de una guatemalteca en el 2000, en promedio, era de 149.4 cm, similar al promedio de talla de una colombiana en el 1903, que era de 150.2 cm. Esta relación es la sugiere que el país está atrasado un siglo en tallas, según la investigación en la que participó Arriaza durante el Simposio Nutrición para el Desarrollo en el Incap, por la conmemoración de 70 años de fundación.
La cifra dramática, peor aún, cuando se presentan los detalles de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señalan que las mujeres en Guatemala tienen la talla media de una niña de 11 años bien nutrida.
Para desarrollar este estudio se tomó como base la Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil –ENSMI-, desde 1995 a 2015, por contener información confiable relacionada con temas de salud a nivel de país.
4.8 centímetros es la brecha de estatura entre una mujer ladina y una mujer indígena.
De acuerdo con Arriaza, al medir a las mujeres por población indígena y no indígena, hay una brecha en talla de casi cinco centímetros, que se debe a una serie de factores como acceso a la salud, a la educación, al agua y al saneamiento, a una mejor nutrición, al nivel socioeconómico, incluso, al área geográfica dónde se vive y factores ambientales.
Mientras las ladinas tienen una estatura promedio de 150.7 cm, quienes pertenecen a poblaciones indígenas rondan los 145.9.
Pero hay un dato más que Arriaza señala de este informe: el crecimiento anual de talla entre población indígena ha sido mayor que la no indígena. Las primeras aumentan alrededor de 0.027 cm., mientras que las segundas, 0.017.
Pese a ello, la brecha entre ambas poblaciones continúa y cerrarla llevaría unos 200 años, de no cambiar los factores que influyen en el crecimiento de una persona.
¿Por qué es importante la talla?
La estatura está asociada al aumento de la calidad de vida saludable, de la esperanza de vida, de la función cognitiva en adultos mayores y la reducción en probabilidad de padecer diabetes tipo 2, según el informe.
Arriaza refiere que la talla es un indicador acumulativo de las condiciones de vida que rodean a una persona desde la preconcepción y termina hasta la adolescencia. Pero la etapa crítica, la que influye directamente en la talla, es en los primeros 24 meses.
“La baja estatura de una mujer es un indicador acumulado de factores que se relacionan a que una persona crezca, que comienza preconcepción y termina en la adolescencia”. Astrid Arriaza, experta en demografía y consultora del Incap.
De esa cuenta es importante atender con programas integrales a la población durante la llamada Ventana de los Mil Días.
Condiciones diversas
En el último siglo la tendencia mundial de talla en las mujeres fue de crecimiento. Son los países asiáticos los que mostraron un aumento drástico en la estatura femenina. Sin embargo, hay poblaciones como las africanas que evidenciaron una reducción, según el informe, que pueden estar asociados a cambios en las condiciones de vida.
En ese panorama, Guatemala tiene la estatura más baja del mundo. De acuerdo al estudio para el año 2000, que es el reporte más reciente, la estatura promedio era de 1.49 cm, y estaba por debajo de Bangladesh (1.51, según datos mundiales).
La investigación hizo una medición de la talla de las guatemaltecas por nivel educativo, y según los datos analizados se esperaría que una mujer con estudios universitarios tenga 3.76 cm. más, comparado con alguien que está fuera del sistema educativo.
1.49 cm es la estatura promedio de las mujeres guatemaltecas, según el último reporte que data del 2000.
Quienes se encontraban en un nivel socioeconómico alto -mayor acceso a servicio y mejores condiciones de vida- tendría 4.9 cm. más que una mujer en un estrato bajo.
Ante esta evidencia, Arriaza menciona que la asociación entre la talla y el nivel económico no son independientes y que están ligados al grupo étnico, lo que se demuestra con los casi cinco centímetros de diferencia que hay ente la población indígena y la ladina.
“Las mujeres indígenas están en mayor desventaja”, Astrid Arriaza, experta en demografía y consultora del Incap.
La ubicación geográfica también muestra una diferencia en la estatura de las guatemaltecas. Las mujeres que viven en el área metropolitana son más altas que las que habitan en el nororiente y suroccidente del país, pero más bajas comparado con las nacidas en el suroriente.
Pero hay una variable más, la altura del lugar donde se vive. La talla media se reduce un centímetro por cada mil metros de elevación sobre el nivel del mar, de acuerdo a la investigación.
Las razones, según la investigadora, podrían estar asociadas al aislamiento social de las comunidades que viven en esas áreas, así como la falta de servicios públicos (agua, drenajes, electricidad, entre otros), el poco acceso a la educación, a la salud. Además, “a mayor elevación las tierras son más áridas, hay menos irrigación, es más difícil cultivar, entonces, la disponibilidad de alimentos es más reducida”, dice, y recalca que es necesario indagar más en este punto.
De ser así, quienes viven en la zona de los Cuchumatanes, que está a más de 3 mil metros sobre el nivel de mal, tendrían tres centímetros menos de estatura.
- ¿Qué dice la baja talla?
La baja estatura en una señal de que algo no está bien en el ambiente que rodea a una persona. Jef Leroy, del International Food Policy Research Institute -IFPRI-, lo compara con una alarma de incendio, a la que hay que atender como una emergencia, pero los esfuerzos deben enfocarse, no en la alarma sino en el fuego, en el origen.
“Tenemos que mejorar el ambiente en donde los niños crecen. Debemos asegurarnos de que tengan una dieta adecuada, accesos a servicios de salud, estimulación temprana, que pueden ir a la escuela con buenos profesores. Hay que ver todo en conjunto para crear un ambiente adecuado para su desarrollo”, dice.
En las mujeres la baja talla cobra relevancia porque el riesgo de que concebir niños con bajo peso es más alto. Además, la posibilidad de que tengan problemas en el parto es mayor.
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