La manifestación ciudadana de ese día fue bautizada en las redes sociales como el #27A, pero el origen de esos movimientos sociales fue cinco meses antes, cuando coincidentemente el jueves 16 de abril, en una conferencia de prensa, la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y el Ministerio Público (MP) revelaron la existencia de un red de defraudación aduanera –que fue La Línea- y en la que se vinculó a Juan Carlos Monzón, quien ese ese entonces era el secretario privado de la vicepresidenta Roxana Baldetti.
Conforme pasaron las semanas, los investigaciones del MP y la Cicig involucraron a más funcionarios, entre ellos a Baldetti y Otto Pérez Molina.
Mientras transcurrieron las semanas creció la convocatoria de personas a las manifestaciones. Uno de los lugares referentes de los movimientos sociales fue la Plaza de la Constitución. Los ciudadanos se informaron de los movimientos sociales a través de redes sociales.
A un año de la gesta, Prensa Libre contactó a ciudadanos que participaron en las manifestaciones y exponen los resultados de una inciativa ciudadana, sin tinte político y con repercusiones de profundidad.
El odontólogo
Ubaldo Álvarez, de 44 años, odontólogo de profesión y graduado en la Universidad de San Carlos de Guatemala, fue uno de los miles de ciudadanos que salieron a la calles a manifestar su repudio a la corrupción. Junto a su esposa e hija, salieron a exponer su repudio a los gobernantes por sus vinculaciones a la red de defraudación aduanera.
Un año después, Álvarez explicó que las manifestaciones a partir del #27A transformaron su actuar como ciudadano e incidieron en el Estado.
“Fue un despertar muy bueno, nos dimos cuenta que podíamos unirnos y expresar nuestro rechazo a la corrupción, todo fue natural, sin presiones de nadie, una protesta real”, indicó Álvarez.
Según el profesional, luego de salir a las calles a reprochar ilegalidades en el Estado, se volvió más vigilante de las decisiones políticas que toman los gobernantes y diputados.
“Ahora estoy atento a las redes sociales, aunque no me dejo influenciar por todo, pero ando viendo las noticias. Leo los diarios y soy cauto para tomar alguna posición por algún tema”, explicó.
Antes del #27A, Álvarez aseguró que no se interesaba por lo que ocurría en la Presidencia o el Congreso de la República: “Todo el país estaba metido en una misma cultura, en la cultura de que nos hicieron creer que la corrupción era algo normal. Y los que salieron a las calles, son los que abrieron los ojos, el resto, sigue en la cultura anterior”.
Para el país hubo cambios señaló Álvarez: “La Superintendencia de Administración Tributaria ahora es más fuerte, está presionando a que paguen impuestos y eso se hace por lo que pasó el año pasado, y las autoridades actuales saben que deben mejorar”.
“Si es necesario salir de nuevo a las calles a protestar, lo hago. Todo sea por dejarle un mejor país a mi hija”, puntualizó Álvarez.
Mujer estudiante
La estudiante de la carrera de Derecho de la Usac, Daniela Meza, también participó en las protestas ciudadanas del 2015. La joven de 26 años explicó que antes de los movimientos ciudadanos del año pasado, “era indiferente a los temas del Gobierno”.
“Las protestas dieron valor a la gente para que saliera a decir lo que no querían, a rechazar la podredumbre en el Estado, incluyendo el desinterés de los ciudadanos”, indicó.
Meza explicó que actualmente le presta atención minuciosa a las decisiones que toma el presiente, Jimmy Morales, algo que no hizo cuando comenzó su administración el exmandatario Otto Pérez Molina.
“El #27A me hizo examinar más las iniciativas de Ley, como estudiante de Derecho, capto rápido las políticas que quieren implementar y constantemente estoy analizando las propuestas del Organismo Ejecutivo y de los diputados”, puntualizó.
Meza consideró que actualmente está cumpliendo con el verdadero papel del “ciudadano real”, informarse de lo que ocurre en su país, criticar, proponer y respetar.
“Visito las páginas del Congreso, los ministerios de Gobierno, y ando leyendo sus propuestas, este ejercicio incluso me ayudó a formarme académicamente”, indicó.
Según Meza, en el país hubo cambios. “La indiferencia en estos tiempos es ilógica. Prueba de ellos son las discusiones y presiones que se hacen por los temas y propuestas de los políticos. No estamos igual a la Guatemala del 2014”.