En el caso de Panamá invirtió US$4.32. Al comparar los datos con los del 2007, en los últimos siete años, en Guatemala se incrementó US$0.17 la inversión y en Costa Rica, US$2.14.
Cuando se ve la inversión en niñez y adolescencia como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), Guatemala es el que menos ingresos destina, ya que en el 2007 representaba 3.7 por ciento y en el 2013, 4.4 por ciento. Honduras reportó 8.4 y 8.3 por ciento, respectivamente.
El informe refiere la importancia de que los recursos asignados para esta población se ejecuten. Por ejemplo, el país desde el 2007 tiene una brecha que suma un total de US$1,251.8 millones, los cuales nunca llegaron a materializarse en bienes y servicios para los menores.
Se indica que 2.6 millones de niños de preprimaria y primaria en Guatemala no recibieron alimentación escolar ni útiles, producto de la corrupción en el 2015.
Excluidos
En el documento también se destaca que más de la mitad de la inversión en niñez y adolescencia se destina para educación; es decir, 2.4 del PIB, pero Guatemala posee el menor gasto en esta área. Al menos 3.6 millones de menores se encontraban excluidos del sistema educativo en el 2015. También refiere que por cada dólar invertido en educación de la niñez, el Estado incurre en costos administrativos por US$0.45.
Cabe destacar que la estructura del presupuesto 2017 mantiene la tendencia de los últimos 10 años, con mayor porcentaje para funcionamiento, 66 por ciento en el 2017, y menor inversión, 18 por ciento.
Enrique Maldonado, economista del Icefi, señaló que apostar por el denominado modelo económico del derrame, o sea hacer más ricos a los ricos para que “derramen” su riqueza hacia el resto de la sociedad, ha provocado, entre otros problemas, los niveles escasos de gasto público en la niñez y la adolescencia.
Agregó que el mito de otorgar privilegios fiscales afecta la posibilidad de invertir en este grupo etario. Refirió que si el país no invierte más en su recurso infantil y joven no podrá disminuir los indicadores de desnutrición, embarazos en adolescentes y el éxodo a EE. UU.
Débora Cobar, de Plan Internacional, refirió que se espera que este informe sea una herramienta para actuar, ya que la realidad impacta.