Esta es una colonia que ha aprendido a vivir bajo el asedio de la clica Little Psycho Criminal (LSC) de la pandilla Barrio 18. En ese lugar la Policía Nacional Civil (PNC) intenta controlar que las operaciones no alcancen a víctimas inocentes.
Las personas también tratan de llevar una vida normal en medio de esa lucha de la mara por controlar cada vez más territorios y colonias.
Sin embargo, es difícil. Los pandilleros vinculados al Barrio 18 cobran extorsiones, distribuyen drogas y se dedican al sicariato. Siguen instrucciones de sus máximos líderes que están presos, ahora, en la cárcel de Fraijanes II.
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Todo pareciera repetitivo.
El año pasado había algunas denuncias sobre el uso de casas para vender droga y cometer crímenes, especialmente contra mujeres de entre los 17 y 25 años. Muchas alertas Alba Keneth o Isabel Claudina alertaron a las autoridades.
Fue entonces, según fuentes policiales, que el 29 de noviembre de 2021 la titular del Juzgado de Mayor Riesgo A, Claudette Domínguez, autorizó que se llevaran a cabo allanamientos en varios inmuebles de esa colonia.
El 6 de diciembre de ese año efectivos de la División Nacional contra el Desarrollo de las Pandillas (Dipanda) de la PNC y agentes de la Fiscalía contra el Femicidio del Ministerio Público (MP) allanaron, inspeccionaron y registraron cinco inmuebles en esa colonia.
En la primera casa, en la manzana J, sector 3, lote 1, localizaron una fosa donde había restos humanos. A la fecha se desconoce la identidad y los avances de esa pesquisa.
En el segundo inmueble, en la manzana B, sector 2, localizaron marihuana, cocaína y crack. En una tercera casa, en la manzana J, sector 2 y otra en la manzana R, sector 2, lote 7, solo identificaron a mujeres y hombres que estaban solventes.
La última casa que allanaron fue en la 40 calle de la colonia El Prado, zona 18, y tampoco hallaron nada. De este caso hasta ahora se desconocen los avances.
Un año después de estas diligencias se repiten en la colonia. Esta vez es una casa de la manzana F, lote 4. En este inmueble hallaron una fosa con siete cadáveres de los cuales seis son de mujeres.
El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) informó que, por ahora, solo pueden indicar que siguen con los estudios científicos. Uno de los cuerpos todavía está en análisis para saber el género.
“Debido al estado de descomposición de los cuerpos no se ha determinado la identidad de los mismos por lo que se realizan más estudios. Se ordenaron análisis de ADN. En seis casos, que son mujeres, se estableció como causa de muerte asfixia por estrangulamiento, mientras que el séptimo caso la causa de muerte está en estudio. Ningún cuerpo ha sido entregado”, comentó comunicación social del Inacif.
De acuerdo con la PNC, familiares ya se han acercado no solo a la subestación de Santa Faz, sino a otras cercanas para preguntar sobre las identidades porque tienen familiares desaparecidos desde hace meses o semanas. Algunos han llegado a la morgue del Inacif.
Por ahora es la Fiscalía de delitos contra la vida la que se ha hecho cargo, pero a partir de la confirmación de Inacif de que las víctimas son mujeres, será la de Femicidio la que siga con las investigaciones. Se sumará a la que hicieron el año pasado en esa misma colonia de la zona 18.
El jefe de prensa del MP, Juan Luis Pantaleón, de forma preliminar indicó que se presume de que el inmueble pertenece a alguna estructura criminal que opera en el sector, aunque no detalló si se trata de una clica de la pandilla del Barrio 18. Dipanda atribuye el sector a la clica de dicha organización delincuencial.
El lugar del hallazgo, según el seguimiento que hace la División Especializada en Investigación Criminal (Deic) de la PNC, ha sido controlado por Rudy Augusto Alfaro Orozco, alias Smurf, jefe de la clica LSC, por años, a pesar de que está en prisión desde el 2009.
El Smurf está en Fraijanes II, ahí comparte espacio con Aldo Dupié Ochoa Mejía, alias el Lobo. Ambos son miembros de la Rueda del Barrio 18. Sus ataques, muchos de ellos coordinados desde prisión, han sido contra comerciantes, taxistas y rivales que intentan quitarles el poder en sus territorios.
Ambos cumplen condenas por más de 100 años por diversos crímenes cometidos en la Ciudad de Guatemala, particularmente.
La investigación sobre el hallazgo de los siete cadáveres ha causado impacto, porque en las fosas, según investigadores, se hallaron pocas prendas de vestir. Además, se cree que algunas de las víctimas no tienen ninguna relación con la pandilla del Barrio 18.
“El Barrio 18, a lo interno, hace su limpieza. Ese sector de Santa Faz es donde más han cometido desmembramientos de personas, especialmente de mujeres. Es un área que colinda con las —colonias— Alameda, son del mismo grupo de pandillas. La primera línea de investigación es que algunas de las víctimas tuvieron problemas con la clica y las asesinaron”, contó un investigador policial.
El detective agrega que esa casa ha sido usada como centro de distribución de estupefacientes. Se han hecho allanamientos, incautaciones, pero insisten en usarlo. “El Smurf y el Lobo siguen teniendo el control de esa área a pesar de los esfuerzos que se hacen por detener sus accidentes desde adentro de prisión”, relata.
La investigación preliminar detalla que los cuerpos no tenían mucho tiempo de estar en esa fosa. Un PNC, a la espera de lo que pueda revelar el Inacif, indicó que en su experiencia no tenían más de un mes de estar enterradas.
Los vecinos explican, con temor, que en las últimas semanas escucharon gritos que pedían ayuda, y fue por ello que alertaron a los agentes de la subestación de Santa Faz. Entre esas denuncias anónimas y hedores localizaron los cadáveres.
Las estadísticas de la PNC respecto a femicidios establecen que de enero al 18 de diciembre de 2022 han muerto en forma violenta 431 mujeres. En 2021 fueron 414; en 2020, 360 y en 2019, 552.
Mientras que el Inacif ha practicado 603 necropsias a mujeres, de casos asociados a hechos criminales, en investigación, del 1 enero al 15 de noviembre de 2022.
De esas, 357 corresponden a mujeres muertas por arma de fuego (22%); heridas por arma blanca, 42 (3%); asfixias por estrangulación, 44 (3%) y una por desmembramiento.