La Cicig ha trabajado principalmente en la capital, ahora Brownfield anunció la donación de unos Q7.5 millones para crear una sede en Quetzaltenango, y que se pueda abrir investigaciones departamentales.
“La Cicig ha tenido más impacto en combatir y resistir la corrupción que cualquier otra institución. Sirve como ejemplo de todo el mundo. El héroe de esta trama es el pueblo guatemalteco, que gritó en una sola voz basta”, dijo Brownfield durante el acto.
Desde 2008 el país norteamericano ha invertido más de US$36 millones en el trabajo de la Comisión.
La Cicig llegó al país en 2007 y su mandato ha sido extendido por los expresidentes Álvaro Colom y Otto Pérez Molina, mientras que el actual mandatario Jimmy Morales, ya anunció que aprobará una prorroga a la entidad por cuatro años más.
La misión de la Cicig es apoyar las investigaciones del Ministerio Público en la búsqueda de corrupción en el país, además de la dotación de capacidades para combatir la impunidad.
El Ministerio Público y la CICIG emprendieron en el último año una lucha férrea contra la corrupción, desarticulando decenas de casos como “La Línea”, una trama de corrupción liderada por el expresidente Otto Pérez Molina y la ex vicepresidenta Roxana Baldetti, ambos en prisión preventiva a la espera de conocer si deben enfrentar un juicio.
El pasado 16 de octubre Estados Unidos otorgó US$5 millones -unos Q3 millones 900 mil- a la Cicig, durante una visita de la subsecretaria de Estado para gestión y recursos de EE.UU., Heather Higginbottom.
Sede en Xela
En julio de 2015 Aldana anunció que se consideraba abrir una sede de la Cicig en Quetzaltenango, con el fin de investigar denuncias de corrupción en la provincia.
La funcionaria indicó que con el comisionado de la Cicig, Iván Velásquez, coinciden en que deben de descentralizar la referida comisión.