El informe establece que el 78 por ciento, es decir 470, tenían entre 18 y 59 años: adolescentes 142, jóvenes adultas 82, mujeres adultas 246. Dato alarmante para la PDH porque la mayoría que mueren son mujeres jóvenes.
Asimismo señala que el 66 por ciento -411- de las muertes fueron provocadas por algún tipo de arma de fuego, el 11 por ciento -70- por arma blanca, el resto fueron por estrangulación y decapitación.
Los departamentos con las cifras más altas de ataque contra las féminas son Guatemala con 267, Escuintla 47, Petén 27, Izabal 27, Chiquimula 26, Escuintla 24 y Chimaltenango 23 casos.
En base a las necropsias hechas se puede establecer que el mes más violento fue mayo, cuando se reportaron 82 mujeres fallecidas, luego fue abril con 73 y octubre 72. Los días con más casos fueron los domingos y miércoles.
Miriam Domínguez, titular de la Defensoría del Mujer dijo que es condenable toda violación contra el ser humano y más cuando estas se pueden prevenir. “Se condena la violencia contra las féminas en sus diferente formas, la impunidad en algunos de los procesos y la deficiente aplicación de la justicia”, agregó.
Asimismo declaró que el Ministerio Público (MP), Policía Nacional Civil y el Organismo Judicial (OJ) deben fortalecer sus equipos de trabajo con capacitación constante al personal para lograr una mejor atención.
Norma Cruz, representante de la Fundación Sobrevivientes coincide Domínguez, pero añade que otro de los obstáculos es la tardanza en las investigaciones que hacen las fiscalías y la impunidad en los juzgados, en especial en los departamentos, por el tráfico de influencias.