Justicia

Sistema TREP: Sala ordena embargo de cuentas de Datasys y frena pago de Q40 millones que el TSE adeuda a esa empresa

La compara del sistema informático TREP por el TSE es objeto de investigación por parte del MP, y ahora una Sala ordenó el embargo de las cuentas de la empresa que vendió esa herramienta.

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El Sistema TREP fue utilizado para la transmisión de datos preliminares durante las elecciones generales del 2023. (Foto: Hemeroteca PL)

El Sistema TREP fue utilizado para la transmisión de datos preliminares durante las elecciones generales del 2023. (Foto: Hemeroteca PL)

Una Sala ordenó este jueves 1 de febrero el embargo de las cuentas bancarias de la empresa Datasys S.A., encargada de haber vendido por Q148 millones al Tribunal Supremo Electoral (TSE) el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), el cual es objeto de una investigación por parte del Ministerio Público (MP).

La resolución de la Sala Segunda de Mayor Riesgo se da con base a una apelación del MP respecto al caso, la cual fue declarada con lugar y se ordenó el embargo de las cuentas bancarias de Datasys.

La apelación que originó la resolución fue planteada por la Fiscalía de Extinción de Dominio, según fuentes judiciales.

Con la resolución de la Sala, también se ordena al Tribunal Supremo Electoral detener el pago pendiente de Q40 millones que el ente electoral tiene pendiente de realizar, equivalente al 30 por ciento del costo total. El pago pendiente fue anunciado en septiembre de 2023 por Irma Palencia, en ese entonces presidenta del TSE, bajo el argumento de tener “algunas dificultades presupuestarias”.

La contratación de la empresa Datasys S.A., se dio luego de que cuatro de los cinco magistrados titulares del TSE avalaran a la empresa ser la responsable de enviar los datos preliminares de las elecciones de 2023. La magistrada Blanca Alfaro votó en contra de dicha contratación.

Órdenes de captura

Como parte de la investigación, el MP solicitó el retiro de la inmunidad de cuatro magistrados del TSE, quienes fueron desaforados por el Congreso de la República el 30 de noviembre pasado y posteriormente se giró orden de captura en su contra.

La Fiscalía confirmó el 11 de enero pasado órdenes de captura contra la magistrada Irma Palencia por supuesto abuso de autoridad y fraude, mientras que los magistrados Mynor Franco, Gabriel Aguilera y Rafael Rojas son señalados de fraude.

Los magistrados del TSE fueron denunciados por un supuesto fraude financiero en la compra del referido sistema.

Informe de la CGC

Además, el 24 de noviembre del 2023, la Contraloría General de Cuentas (CGC) encontró posibles inconsistencias en la forma en que el TSE, utilizó los Q500 millones destinados para la preparación del evento electoral del 2023.

La CGC comenzó a indagar alrededor del TREP, herramienta usada en las votaciones del 25 de junio y del 20 de agosto del 2023.

Este sistema fue adquirido a un costo de Q148 millones 850 mil 250, cuyo contrato fue suscrito el 15 de marzo de 2023; sin embargo, las acciones de fiscalización detectaron que desde noviembre del 2022 el TSE comenzó con la compra de equipo de computación que se acoplaría con los requerimientos que haría la empresa a cargo del contrato del TREP meses después.

Entre ese equipo se detallan 5 mil 965 escáneres y 8 mil 676 computadoras portátiles, según los hallazgos preliminares, que se adquirieron para uso del sistema.

La idea principal del TSE, según detallan los hallazgos preliminares de la CGC, sería desarrollar su propio sistema informático, del que hasta finales de 2022 no se tuvo un avance significativo.

Datasys, la empresa que ofreció el servicio y a la que finalmente se adjudicó, informó a la CGC que el total del costo del Trep se dividió en 26 puntos.

Las posibles inconsistencias en la compra del TREP, según los hallazgos de la CGC, revelan una mala calidad del gasto en la adquisición de una solución informática y adquisición de componentes tecnológicos adicionales para el proceso electoral 2023, que “exceden las necesidades reales del país”, que habría repercutido en un “detrimento de los intereses del Estado”.