Migrantes

Estados Unidos considera transferencias de efectivo a Guatemala y otros países de Centroamérica para frenar migración

Estados Unidos estaría evaluando realizar transferencias condicionadas de dinero a los pobladores de Guatemala, Honduras y El Salvador como parte de sus esfuerzos por detener la migración ilegal, según explican medios internacionales.

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MIles de centroamericanos buscan llegar a Estados Unidos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

MIles de centroamericanos buscan llegar a Estados Unidos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha puesto en marcha esfuerzos para detener la migración ilegal de ciudadanos centroamericanos con un enfoque distinto al de su predecesor, Donald Trump.

Entre estas acciones, Estados Unidos está considerando un programa de transferencias de dinero condicionadas, con el fin de abordar los problemas económicos de miles de ciudadanos centroamericanos, una de las principales razones de la migración.

Además, dentro de este plan también se incluiría el envío de vacunas contra el covid-19, según recogen medios internacionales basados en una nota publicada por la agencia Reuters.

La entrevista fue realizada a Roberta Jacobson, coordinadora de la frontera sur de la Casa Blanca, quien explicó que el posible programa estaría dirigido a personas en la región del Triángulo Norte de Centroamérica, pero que, de ninguna manera, significa que Estados Unidos entregará dinero en efectivo o cheques directamente a la gente.

Además, Jacobson aseguró, en esa misma entrevista, que Estados Unidos está analizando todas las opciones para poder abordar las razones económicas de la migración, pero también las razones de protección y seguridad.

Jacobson es la principal funcionaria del gobierno de Estados Unidos para asuntos de la frontera con México, es decir, la encargada de frenar la oleada de inmigrantes indocumentados. Pero, el viernes 9, la Casa Blanca aseguró que se notificó que dejará su cargo a fin del mes de abril. Jacobson también tenía la tarea de tratar con los gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador.

El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, dijo en un comunicado que Jacobson, exembajadora en México y con amplia trayectoria diplomática en América Latina, se había comprometido a mantenerse en el puesto solo durante los primeros 100 días del mandato de Biden, que se cumplen el 30 de abril.

Su salida se produce cuando las detenciones de inmigrantes indocumentados en la frontera con México, la gran mayoría centroamericanos, se dispararon un 71% en marzo, alcanzando el nivel más alto en 15 años, y cuando el número de menores no acompañados registró un aumento del 100% en un mes.

Por esto, aún no se conoce la manera en que las transferencias condicionadas se realizarían. La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés) ya ha usado programas de trabajo por dinero para entregar transferencias en países como Colombia, principalmente en proyectos de infraestructura como carreteras rurales.

Según medios internacionales, las opciones para las transferencias en efectivo contemplan canalizar los fondos a través de organizaciones no gubernamentales (ONG) internacionales o locales.

Oficialmente, ni la embajada de Estados Unidos ni el Gobierno de Guatemala se han referido a la posibilidad de un programa de esa naturaleza. Durante la primera semana de abril, una delegación de Estados Unidos, encabezada por Ricardo Zuñiga, visitó el Triángulo norte de Centroamérica y reafirmó que la corrupción y la impunidad son de las principales causas de la migración.

“La percepción de impunidad o que personas en posiciones poderosas pueden actuar sin freno en corrupción tiene un impacto en desanimar a la población”, afirmó Zúñiga en una conferencia de prensa telefónica al concluir su visita a Guatemala y El Salvador al explicar las razones de la migración.

Zuñiga reafirmó que durante la gira se abordó con los gobiernos la construcción de nuevos mecanismos de cooperación para los solicitantes de asilo, entre estas, la posibilidad de que solicitantes que necesitan protección pueda solicitarla sin necesidad de que lleguen a EE. UU., aunque no aclaró si esto significaría delegar la responsabilidad de protección a otros países.