Migrantes

“Muchos guatemaltecos la están pasando mal”: frío en la ciudad fronteriza de Tijuana ha llegado a los 0 grados

Activista guatemalteca que radica en esa ciudad fronteriza mexicana cuenta cómo la han pasado los migrantes que esperan una oportunidad para ingresar a EE. UU.

Migrantes en Ciudad Juárez, México, donde la temperatura alcanzó los -8 grados centígrados, afectando principalmente a quienes duermen en la intemperie. (Foto Prensa Libre: EFE)

Migrantes en Ciudad Juárez, México, donde la temperatura alcanzó los -8 grados centígrados, afectando principalmente a quienes duermen en la intemperie. (Foto Prensa Libre: EFE)

“Muchos han muerto de frío”, responde de manera tajante, Gladys Abad a la consulta de cómo se encuentra la situación de los migrantes en Tijuana, Baja California, ciudad fronteriza con EE. UU., a donde miles llegan cada año como última parada antes de ingresar a la Unión Americana. 

Aunque el clima en Nochebuena y Navidad ha sido benevolente, en días previos los termómetros han marcado “0″ grados centígrados, temperatura de congelación, lo que ha causado mucho sufrimiento entre los migrantes que no logran ingresar a un albergue.

Abad es integrante de la Red Migrante Guatemalteca, una organización que nació en Los Ángeles, EE. UU., y que ha hallado muchos voluntarios en suelo estadounidense y también en México.

La activista radica en Tijuana desde hace varios años y tiene un inmueble en donde recibe a familias guatemaltecas, pero que no ha recibido la difusión que ella quisiera.

“La semana pasada se congelaba uno al salir. Mucha gente que se queda en las calles se está muriendo de frío, porque, aunque tengan una cobija, el frío es tan inmenso que no lo soportan”, indicó Abad en entrevista con Prensa Libre vía telefónica.

Explicó que durante todo el año esa ciudad se ha visto desbordada de migrantes debido a la difícil situación socioeconómica que se vive en México, Centroamérica y otros países del continente, pero también porque en esa frontera, afirma, sí están dando trámite a las solicitudes de asilo y la voz se ha corrido a las otras ciudades fronterizas donde las fronteras están cerradas para los migrantes.

Dijo que cuando una persona llega a Tijuana es referida a los albergues oficiales, pero que las personas tienen que esperar a que se vacíen para hallar lugar por lo que muchos terminan durmiendo en las calles y se exponen al clima, pero también al crimen organizado que los secuestra para extorsionar a parientes en EE. UU. o en los países de origen de los migrantes.

Abad contó el caso de una familia guatemalteca originaria de Escuintla —mamá, papá y un niño— que pasó la Nochebuena en el albergue que administra, pero que antes había preguntado en varios refugios y en “todos les dijeron que no había lugar para quedarse”.

Afortunadamente, dijo, alguien les pasó el contacto y pudo albergarlos para que no se quedaran en la intemperie.

La activista lamentó que su albergue no es tan conocido y que, por esa razón, muchos guatemaltecos pasan penas porque no se enteran de que ella se encuentra en Tijuana y que está dispuesta a ayudar.

Señaló que ni en los demás albergues y ni en el consulado general de Guatemala en Tijuana le pasan a los guatemaltecos necesitados el contacto del albergue que ella administra.

Es triste que la gente a veces va al consulado y no les da la orientación de mi albergue solo de otros donde no los reciben. No es justo que haya gente muriéndose de frío cuando hay una opción”, precisó Abad.

En EE. UU. también los rechazan

La llegada masiva de migrantes a la ciudad fronteriza de El Paso, en Texas, también está provocando situaciones de discriminación como el hecho de que haya albergues que no acepten a personas que hayan cruzado a Estados Unidos de forma irregular.

Al menos tres albergues de la ciudad, incluido un enorme refugio inaugurado el jueves con capacidad para mil 500 personas, rechazan a estos migrantes, según comprobó EFE en uno de ellos y contaron testigos sobre los otros dos.

Cientos de personas, en su mayoría venezolanas, se han visto obligadas en los últimos días a dormir en las calles bajo temperaturas gélidas, arropadas con mantas donadas por buenos samaritanos. La situación empeorará este fin de semana, cuando una tormenta invernal llegue a la ciudad.

A menos de 200 metros de una zona donde muchos se han asentado, la ciudad de El Paso habilitó el jueves el Centro de Convenciones como albergue, con ayuda de voluntarios de la Cruz Roja. Sin embargo, sus puertas están cerradas para los migrantes que entraron al país de forma irregular.

Fotografía de las ramas congeladas de un árbol en la frontera de Ciudad Juárez (México). (Foto Prensa Libre: EFE)

“Para dormir acá, tienen que tener documentación. Si entraron al país de manera ilegal, no pueden entrar”, dijo a EFE una trabajadora de la ciudad en la entrada del edificio.

Temperaturas gélidas

Mientras tanto, en Ciudad Juárez, al norte de México, migrantes que habitan temporalmente en las calles de la fronteriza de permanecen desprotegidos ante la ola gélida que vive la entidad, pues este viernes la temperatura alcanzó los -8 grados centígrados, afectando principalmente a quienes duermen en la intemperie.

Algunos consideran al congelante clima como “insoportable”, lo que incluso ha ocasionado que algunos valoren retirarse del lugar.

Uno de estos casos es el de Deysi Pineda, originaria de Honduras, quien incluso intentó dormir bajo un puente, cubriéndose con unas cobijas, pero no pudo conciliar el sueño.

“Ayer crucé a Estados Unidos con mi niña de 8 años, mi nuera que tiene 8 meses de embarazo y nos devolvieron a esta ciudad. No hemos dormido por el frío, pedimos ayuda para ir a Mexicali (norte de México), allá tengo una amiga que nos puede ayudar, darnos asilo”, dijo a EFE.

Migrantes caminan abrigados en una orilla del Río Bravo en la frontera de Ciudad Juárez (México). (Foto Prensa Libre: EFE)

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