¿Qué escenarios esperan a Guatemala al finalizar esta pandemia?
En el ámbito político Guatemala ha dado un giro importante porque si recordamos los últimos años han estado relacionados con cambios en el proceso electoral y con el desgaste que el tema de la corrupción ocasionó a los gobernantes anteriores.
Hasta el año pasado, los temas sobre política que estaban en el imaginario colectivo giraban alrededor de estos, sin embargo; en las últimas semanas han dejado de ser relevantes, no porque no sean importantes, sino porque definitivamente dejaron de ser la prioridad en este momento.
La política dio un giro muy radical porque incluso el presidente Alejandro Giammattei no tenía previsto que el covid-19 le iba a dar la bienvenida a su gestión, y esto no fue porque no lo haya previsto en su Plan de Gobierno, simplemente la pandemia no formaba parte de las predicciones de nadie en materia política.
Las prioridades políticas hoy son las necesidades sociales y las repercusiones económicas que todos los guatemaltecos estamos empezando a tener y que sin lugar a duda van a ser mucho más fuertes en los próximos meses.
¿Y en lo social?
Las necesidades sociales de los guatemaltecos, especialmente de los sectores que siempre han sido los más necesitados de atención a través de políticas públicas, hoy dejan de ser exclusividad de esos sectores, porque dichas necesidades crecieron exponencialmente para la mayoría, sin embargo; es importante desarrollar programas sociales que permitan a las clases más desprotegidas afrontar la crisis de este momento y adelantarnos a las que vendrán, porque el futuro cercano va a demandar muchas más decisiones y acciones que permitan redefinir el rumbo del país.
Políticamente es una clara oportunidad de marcar una diferencia entre el antes y el después, porque la pandemia del covid-19, desde ya, es el detonador de cambios estructurales para el país que logren fortalecer a una sociedad que ha vivido dividida intencionalmente.
En al ámbito laboral, el escenario es desde ya diferente, las reglas del juego ya cambiaron; quizá sea incierto para muchos, pero también es el momento oportuno para desarrollar esquemas de trabajo que permitan fortalecer las relaciones laborales entre empresas y empleados.
¿Cuáles serían esas nuevas reglas?
En estos momentos las nuevas reglas nos están enseñando que para ser productivos no necesariamente se necesita estar dentro de las empresas y que muchas de las funciones o tareas que se han desempeñado dentro de las empresas tampoco eran tan necesarias.
Nuestras relaciones laborales, por la forma en la que está estructurada nuestra legislación, han desarrollado muchos paradigmas sobre los cuales hemos desarrollado esquemas de productividad que no necesariamente han sido los mejores; por ejemplo: los horarios de trabajo.
Desde el punto de vista de los empleados también es importante que podamos valorar lo que muchas organizaciones han hecho por mantener adecuadas relaciones laborales y que también aprovechemos el momento para valorarnos nosotros mismos con relación al desarrollo de nuestro potencial y talento.
¿Eso sería un cambio drástico para los guatemaltecos?
El escenario más crítico es generar nuevas oportunidades de trabajo para los que siempre han estado en la parte inferior de la base de la pirámide, aquellos que por no haber tenido oportunidades de estudiar o capacitarse se fueron quedando estancados y que por supuesto es la mayoría de los guatemaltecos.
Este escenario se convierte en una de las principales prioridades políticas, porque la estabilidad de todos estos puestos de trabajo dependerá de la estabilidad de las empresas y eso solamente se logrará a través de ser un país que tenga certeza jurídica, pero con ella también la capacidad para diseñar nuevas leyes que faciliten el bienestar de todos.
¿Después de los despidos tendremos una nueva sociedad también en el mundo?
Considero que ya estamos en una nueva sociedad, las reglas del juego están cambiando rápidamente, ya no se trata de pensar en volver atrás, se trata de empezar a rediseñar nuevos esquemas laborales, familiares y empresariales, entre otros.
No existe un ámbito de nuestra vida que no se deba rediseñar, todo cambió de la noche a la mañana, uno de los más susceptibles es el tema laboral porque del trabajo depende la economía y de la economía la subsistencia de las familias.
Los despidos traerán nuevas necesidades para los guatemaltecos, no solamente económicas, hay muchas necesidades del ser humano que se focalizan en autoestima y autorrealización, una persona desempleada que se sienta inútil o impotente ante los nuevos retos no va a llegar a ser productiva; es aquí en donde el respaldo de la familia y el apoyo del Estado se convierten en los pilares más importantes dentro de nuestra sociedad.
Guatemala no volverá a ser la misma, porque el mundo no volverá a ser el mismo después de que venzamos al covid-19.
¿Tendremos un Estado más eficiente y una sociedad más demandante?
Definitivamente el Estado no podrá seguir siendo el mismo; porque sin duda, la sociedad será más demandante de bienes y servicios.
Irónicamente, hoy se hacen evidente las verdaderas necesidades de los guatemaltecos, que no son nuevas, son las de siempre pero por primera vez visibles más allá de los discursos políticos; Pero también se hacen evidentes las ineficiencias estructurales de un Estado que ha sido diseñado históricamente por políticos incapaces de responder a las necesidades latentes de los guatemaltecos y visualizar las nuevas necesidades que los factores externos podrían traer a nuestra sociedad.
Se debe resaltar que por primera vez en la historia, podemos apreciar a las instituciones y los servidores públicos, que en el diseño institucional verdaderamente “sirven” a la sociedad, es el momento oportuno también para cuestionarnos ¿para qué sirven todas aquellas instituciones públicas que hoy no han buscado la oportunidad de servir a los guatemaltecos?; porque sencillamente “si no sirven hoy, no han servido nunca”.
El Estado ya tiene nuevos y difícilmente va a tener tiempo para volver a ver hacia atrás; las necesidades de los guatemaltecos están creciendo exponencialmente y hay que satisfacerlas , lo que viene no es fácil, lo importante es ‘reinventarnos’ como personas, como familias, como empresas, como Estado.
¿Cómo nos han beneficiado y levantado otras tragedias, como el terremoto de 1976 y el huracán Mitch, la tormenta Stan y otros?
El beneficio de las crisis es que permiten enfocarnos en lo importante y en lo urgente, para dejar de poner atención a las cortinas de humo que vivimos desarrollando en todos los sectores de la sociedad para llamar la atención.
Si bien es cierto salimos de esas crisis, pero no estoy tan seguro de hayamos salido victoriosos, quizá logramos levantarnos de algunas de ellas, pero de otras salimos con costos altos y enriqueciendo a muchos oportunistas.
Las crisis que Guatemala ha vivido han golpeado a sectores específicos en momentos relativamente cortos; la crisis que se ha desarrollado hoy va para largo y las repercusiones son más severas.
Somos un país ‘resiliente’, tenemos la capacidad para salir de las crisis; una de nuestras principales características es la ‘solidaridad’ que desarrollamos en momentos críticos.
El ser resilientes nos hace vulnerables también y por esos muchos políticos en el pasado se han aprovechado de las crisis para enriquecerse; pero si logramos eliminar los focos de corrupción que históricamente han existido, vamos a tener los recursos necesarios para levantarnos nuevamente, todo es cuestión de ser buenos administradores de nuestros recursos.
¿Será el momento propicio para el rediseño de una nueva sociedad?
Reinventarse significa, olvidarse de la forma paradigmática en la que aprendimos a vivir y descubrir la esencia de las cosas a las que verdaderamente vale la pena poner atención.
Reinventarse ya no es una opción, lo estamos haciendo en forma individual, familiar y empresarial.
En forma individual; debemos valorarnos, reinventarnos en función a nuestro talento y potencial y no en función de las oportunidades laborales que nos obligaban a dejar de ser nosotros mismos.
En familia; por primera vez después de muchos años, quedarse en casa, conocerse y aprender a tolerarse ya no es opción.
Empresarialmente; debemos romper los paradigmas organizacionales que nos obligaban a trabajar bajo esquemas tradicionales, fundamentados en mecanismos de control para lograr una falsa productividad o rentabilidad.
Si alguno de nosotros en forma individual, familiar o empresarial aún tienen la esperanza de regresar a la normalidad, es porque ‘Quedarse en casa’ lo está enloqueciendo, porque regresar a la normalidad ya no será una opción.
¿Con qué enfoque y mentalidad deberá enfrentar los guatemaltecos la nueva etapa post covid-19?
El enfoque es simple, pero no por ello fácil, se trata de tener una mentalidad bajo la premisa de ‘volver a vivir’.
irónicamente, reinventarse puede significar también ‘volver al origen’ de las cosas, de las relaciones, de los procesos, de la forma de hacer las cosas, de los conocimientos, de los hábitos, de las costumbres, de las experiencias que debemos vivir…, entre otras cosas.
Hay que reinventarse ahora, no es válido esperar a que la crisis termine, porque esta llegó para quedarse, regresar al momento de confort en el que vivíamos ya no es una opción, debemos aprender a vivir con una crisis que seguirá siendo parte de nuestro entorno en los siguientes meses, quizá años.
Por ello, debemos dejar de tener la falsa esperanza de que hay posibilidades de volver a vivir en la forma paradigmática que aprendimos, en donde ser visionario representaba soñar con espejismos creados por aquellos que se autodenominaban ‘visionarios’, que por cierto no nos ayudaron a prever el momento que estamos viviendo.
Estudios realizados:
- Estudios de doctorado:
- Sociedad Democrática, Estado y Derecho. Universidad del País Vasco (España)
- Dinámica Humana y Salud Mental. Universidad Mariano Gálvez
- Maestrías en:
- Gestión Estratégica del Talento Humano. Universidad Rafael Landívar
- Liderazgo Organizacional. Universidad San Pablo de Guatemala
- Reingeniería y Tecnologias de Aseguramiento. Universidad Francisco Marroquín
- Administración de Negocios – MBA. Universidad Mesoamericana
- Marketing. Universidad Mesoamericana
- Comunicación Estratégica e Imagen Institucional. Universidad Rafael Landívar
- Derecho Corporativo. Universidad Rafael Landívar
- Derecho Mercantil y Competitividad. Universidad de San Carlos de Guatemala
- Políticas Públicas. Universidad Rafael Landívar
- Estudios Estratégicos. Universidad Rafael Landívar
- Gestión del Desarrollo de la Niñez y Adolescencia. Universidad Rafael Landívar
- Derechos Humanos- Universidad Rafael Landívar
- Licenciado en Administración de Empresas. Universidad de San Carlos de Guatemala