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Unión centroamericana: ¿La propuesta del gobierno de Nayib Bukele va tomando fuerza?

Hace dos semanas, representantes de los gobiernos de la región recibieron la propuesta de El Salvador para que sea analizada.

El Gobierno de Nayib Bukele impulsa la reforma del Tratado de Tegucigalpa para consolidar la unión centroamericana, una iniciativa a la que, al parecer, el resto de países podría oponerse. (Foto Prensa Libre: EFE)

El Gobierno de Nayib Bukele impulsa la reforma del Tratado de Tegucigalpa para consolidar la unión centroamericana, una iniciativa a la que, al parecer, el resto de países podría oponerse. (Foto Prensa Libre: EFE)

El vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, entregó la semana pasada a los gobiernos que conforman el Sica la propuesta de “unión centroamericana”, que el gobierno de Nayib Bukele impulsa y que espera concretar en un mediano plazo.

La entrega se efectuó en el marco de la 56 Reunión ordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros del Sistema de Integración Centroamericana (Sica), celebrada entre el 8 y 9 de diciembre pasados en República Dominicana.

Entre otras conclusiones a las que se llegó en la Reunión resaltó la preocupación que manifestaron los países por la inestabilidad que atraviesa Haití y el llamado a la comunidad internacional a que “se atienda esta grave crisis”.

Al cierre de la actividad, el vicemandatario salvadoreño hizo entrega de la propuesta de contenido de un tratado constitutivo de “unión centroamericana” a los representantes de los gobiernos, que es un “documento aspiracional” para que sea tomado en cuenta “conocido y considerado por los jefes de Estado para que pueda tener un tratamiento institucional”.

“Quisiéramos que este documento, que puede tener muchas aspiraciones que para unos estados pueden ser prematuras, no viables o aceptables, pretende simplemente presentarse como documento de trabajo para crear el techo de esa casa común”, expuso el vicepresidente Ulloa.

En Centroamérica, enfatizó, “no hemos construido el techo común” de la casa, que, en contraparte, ha crecido tanto que hoy en día son casi 80 organismos los que se han creado en el Sica.

La propuesta sugiere la creación de un ente regional y supranacional “con personalidad jurídica propia” que tendría “alcances en lo económico, político, monetario, fiscal, social, seguridad democrática y ambiental”.

Esta entidad se conformaría por el Consejo de la Unión, integrado por los jefes de Estado de los países miembros; un Parlamento y Tribunal, además del Consejo de Ministros y una Comisión, entre otras instituciones.

El pasado 22 de agosto, cuando se presentó la propuesta, Ulloa indicó que el reto era que, a partir del borrador, se pueda generar para 2024 una propuesta final de reforma al Protocolo de Tegucigalpa para presentarla a los presidentes de los países del Sica. Dicho protocolo se firmó en 1991 y es el que dio vida al referido organismo.

¿Interesa?

Sin embargo, analistas dicen tener reservas acerca de si una propuesta de esta naturaleza puede hallar eco en los países miembros del Sica. Dentro de los principales obstáculos, enumeran los sistemas nacionalistas y presidencialistas que predominan en la región, y el que ninguno de los estados estaría dispuesto a ceder parte de su soberanía.

También las asimetrías que tienen los países en cuanto a sus indicadores socioeconómicos y de democracia.

En la cumbre de agosto pasado, los gobiernos parecieron no enviar a delegaciones de alto nivel. Por parte de Guatemala participó un consejero de su Embajada en El Salvador del que no se supo el nombre.

En la cumbre del Sica de la semana pasada acudió un viceministro de Relaciones Exteriores, aunque la oficina de Comunicación precisó que la propuesta “no fue circulada a las delegaciones” y que fue entregada a la secretaría general del Sica, quien hará un estudio.

Anteriormente había dicho que la iniciativa era “estrictamente bilateral del vicepresidente salvadoreño”.

Ulloa reconoció en entrevista con Prensa Libre que, ante una iniciativa de este tipo, “va a haber desigualdad de opiniones y grupos que se oponen a la integración porque se benefician de esa desunión”. No obstante, considera que hay un buen ambiente ante el proceso y se mostró optimista.

Integración económica, primero

El internacionalista y exvicecanciller, Luis Fernando Andrade, expuso que también existen diferencias históricas entre los países. Por ejemplo, la disputa del Golfo de Fonseca entre Honduras, El Salvador y Nicaragua que no estarían de acuerdo con someter su soberanía a organismos supranacionales.

Dijo que ve poco seria la propuesta y difícil de concretar y que tendría más sentido que esta hubiera surgido desde los tres países y que se abordara primero una integración aduanera y económica.

“Lo que lo facilitó en Europa fue esa integración económica que duró muchos años y en donde la gente fue viendo el beneficio de la integración. Es todo un proceso previo para que después venga la discusión política”, afirmó Andrade.

Pareciera que Bukele a veces saca iniciativas que desconciertan y son innovadoras o que se perciben como nuevas, pero al final no tienen claridad”, señaló.

El analista político Jorge Aguilar Wong indicó que “la integración debe venir desde abajo” porque “ya se ha intentado hacer de todo en Centroamérica” para lograr una real integración, pero “no ha cuajado nada”.

El vicepresidente salvadoreño, Félix Ulloa, es el principal impulsor de la nueva propuesta de unión centroamericana. (Foto Prensa Libre: EFE)

Señaló que debe generarse una identidad centroamericana, pero en las nuevas generaciones desde las escuelas porque las actuales “ya están perdidas en ese campo” y fácilmente rechazarían una propuesta de unificación cuando ha habido malas experiencias.

Por ejemplo, indicó Aguilar Wong, instituciones como el Parlamento Centroamericano (Parlacén) están desacreditadas y son consideradas como un refugio de corruptos, entonces, cualquiera va a oponerse a otro organismo regional que consuma recursos luego, del papel que ha jugado dicho ente.

Este proceso de integración es largo y en el mismo se debe concienciar a las personas de las bondades de la integración, pero si eso no se hace nada al respecto “¿Cómo quieren que la gente lo acepte?”, cuestionó.

El analista hizo énfasis en la importancia de consolidar un proceso de integración puesto que permitiría negociar con más fuerza ante el mundo porque Centroamérica constituiría un mercado de 60 millones de personas.

Precisó que la integración económica ha caminado de una manera que ha sido suficiente para las élites de los países; sin embargo, estas temen que si se hace mejor se asomará la unión política lo cual representaría ceder soberanía.

El intercambio comercial entre Guatemala y Honduras se incrementó con la vigencia de la unión aduanera a la que se resiste entrar El Salvador. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

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