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Enero 1974: Ciudad de Guatemala se queda sin autobuses

El año comenzó con incertidumbre en la ciudad por la falta de transporte. Las unidades fueron retiradas por los propietarios, debido a desacuerdos hacia una propuesta de aumento en la tarifa.

Vehículos particulares prestaron servicio de transporte en varias colonias capitalinas, como una alternativa a la falta de autobuses. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Vehículos particulares prestaron servicio de transporte en varias colonias capitalinas, como una alternativa a la falta de autobuses. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Hace 47 años, la edición de  Prensa Libre circuló con este titular de portada: Ciudad sin transporte; empresas retiran buses. Se hacía referencia a una crisis que involucraba a la Municipalidad de Guatemala y al gremio de propietarios de autobuses de pasajeros.

Mil 300 unidades de transporte colectivo  que operaban en la ciudad fueron retiradas del servicio el 2 de enero de 1974, a las 15 horas, por los diferentes consorcios, en respuesta a la intervención que   acordaron las autoridades   ediles esa mañana.

Días antes, el Concejo había acordado intervenir el servicio   para garantizar que se mantuviera el cobro de cinco centavos por pasaje.

La propuesta también autorizaba al alcalde —Manuel Colom Argueta— a tomar las medidas administrativas y presentar las denuncias correspondientes, y además  facultaba a la Dirección de Servicios Públicos a cancelar derechos de líneas y de unidades que no prestaran el servicio o que lo hicieran de forma deficiente.

La portada de Prensa Libre mostraba cómo distintos tipos de vehículos prestaron el servicio de transporte en sustitución de los autobuses. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

La disposición, que afectaba a 11 consorcios,  1,200 autobuses y 628 propietarios, propició que estos retiraran “más del 90 por ciento” de las unidades, para no cobrar la tarifa pactada y ordenada por la comuna, consigna la información del 3 de enero de 1974.

Luego del acuerdo, los pilotos fueron controlados por sus empleadores y les ordenaron desalojar a los usuarios  para recoger las unidades.

Desde las 13 horas del 2 de enero, el número de autobuses en circulación se fue reduciendo  hasta que, a las 17 horas, desaparecieron de las calles.

En respuesta, la Municipalidad solicitó la intervención del Ejército y de la Policía para que resguardaran el orden “dentro de la crisis del transporte”, y exhortó a  propietarios de buses particulares, camiones y vehículos en buen estado a ponerlos a disposición de la población. La comuna, por su parte, hizo lo propio con sus automóviles.

Opiniones enfrentadas

El mismo día de la suspensión del servicio, alrededor de 400 personas amenazaron con incendiar las oficinas de una de la líneas de autobuses, ubicada en la zona 7. De acuerdo con la información publicada ese día, la turba irrumpió en las instalaciones tras haberlas apedreado.

La Policía desalojó a una turba que causó daños en las oficinas de una empresa de autobuses, en la zona 7. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Además  lanzó trapos en llamas dentro de las oficinas de la empresa, pero el intento “criminal” no logró sus propósitos.

La Policía Nacional capturó a varias personas y se dijo que, entre tanto, la población protestaba contra el alza en el precio del pasaje y reclamaba una mejor organización que justificara el aumento.

Dos jóvenes fueron capturados luego de haber participado en disturbios en contra del aumento al pasaje. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

En una actitud muy diferente a la de  manifestantes revoltosos, vecinos de otras áreas de la capital, como los integrantes del comité pro mejoramiento de la colonia Trinidad, zona 3, y varios residentes del lugar expresaron en un boletín de prensa su respaldo a la decisión tomada por la Municipalidad de Guatemala.

“Brindamos al alcalde y al Concejo nuestro respaldo sin ningún interés partidista, ya que la clase marginal busca economía para el pueblo, y si no tenemos para comer, mucho menos para pagar lo que se les antoje a los empresarios de buses urbanos”, rezaba el comunicado.

ESCRITO POR:

Alejandro Ortiz

Periodista de Prensa Libre especializado en temas sobre cultura y bienestar, con 5 años de experiencia.