Guatemala

Inseguridad persiste en carceleta de mujeres

Las mujeres que son detenidas y llevadas al área de carceletas pocas veces pueden sentirse cómodas, pero tampoco seguras. En ese lugar violaron a una reclusa y ahora tres guardias penitenciarios están detenidos por el hecho.

Las mujeres permanecen en la carceleta, la cual ocupa un espacio reducido en un sótano de la Torre de Tribunales. (Foto Prensa Libre)

Las mujeres permanecen en la carceleta, la cual ocupa un espacio reducido en un sótano de la Torre de Tribunales. (Foto Prensa Libre)

“La verdad, no es un lugar agradable, menos cómodo”, explicó una de ellas, quien fue apresada una tarde por llevar un arma de fuego y debió pasar una noche allí.

Un banco de cemento es el único lugar donde se pueden sentar, pero si en la carceleta hay más de una mujer, alguna debe dormir en el piso.

Cuando una o varias féminas han pasado la noche en ese sitio, se pueden ver bolsas con comida, botellas de agua y, con suerte, algunos suéteres. Del fondo del recinto muchas veces emana un nauseabundo olor, pues allí se encuentra un pequeño baño.

De las tres mujeres confinadas en el lugar, quienes fueron entrevistadas la semana recién pasada, ninguna sabía que alguien fue violada en ese sitio.

“De noche es callado, algo oscuro, aunque hay luz; la verdad, casi no se puede dormir”, agregó una interna, de aproximadamente 30 años, quien no especificó por qué estaba detenida.

Según las pesquisas del Ministerio Público, el 25 de noviembre de 2014 un guardia agredió sexualmente a la reclusa en los sanitarios de las carceletas de Torre de Tribunales.

El informe detalla que utilizó su arma de fuego para amenazar a la víctima mientras abusaba de ella. Cuando eso ocurría, otros custodios vigilaban el ingreso al baño.

Como el purgatorio

Las carceletas son áreas donde los detenidos esperan a ser presentados a comparecer ante un juez, pero Gerardo Villamar, defensor del Debido Proceso, ve irregularidades en el manejo de estos ambientes.

“Podrían catalogarse como un limbo o un purgatorio del sector justicia”, indicó.

Las reclusas aseguraron que durante las noches, el nivel de seguridad disminuye; sin embargo, hasta horas de la madrugada escuchan a los pandilleros proferir toda clase de insultos desde las carceletas, ubicadas a unos 10 metros.

“La verdad, no sabría decirle que pasó ese día. ¿Quizá había menos gente y por eso nadie la ayudó —a la víctima de violación—?”, se aventuró a decir la tercera detenida, quien al inicio se resistió a ser cuestionada.

Dentro de cada carceleta se localiza un pequeño servicio sanitario, pero algunas de las reclusas prefieren usar la falta de higiene.

Nuevo peligro

Sumado a los malos tratos y riesgos de ser violadas, ahora las féminas temen otro intento de ataque armado entre pandilleros, como el ocurrido el martes último del cual hay varias versiones debido a cómo llegó el arma de fuego al lugar.

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN: