El documento, de 32 páginas, insta al ejecutivo a implementar reformas que “restauren el debido proceso” y garanticen que “ninguna familia, menor o víctima de persecución es devuelta jamás a un peligro contra su vida”.
Entre otras cosas, el informe critica que el Gobierno de Obama “no garantiza representación en las cortes para quienes piden asilo” (algo que ocurre a la mitad de los menores y el 70 % de las familias según sus estadísticas), lo que les perjudica “enormemente” en su petición para permanecer en EE.UU.
Según los datos de la Asociación de Abogados de Inmigración, las familias a quienes se facilita un abogado de inmigración tienen 10 veces más números de conseguir asilo o no ser deportados que quienes no disponen de un letrado.
El informe critica que el Gobierno de Obama haya adoptado una estrategia de aplicación de la ley “agresiva” que “prioriza enviar un mensaje disuasorio” con tácticas como el aumento de aprehensiones y detenciones, las deportaciones rápidas que minan el debido proceso y las redadas contra familias indocumentadas.
Tras conocerse el informe, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid, aseguró que “estos niños centroamericanos son refugiados y merecen la oportunidad de tener una mejor vida. Desafortunadamente, bajo la ley actual, no tienen derecho a un abogado de oficio y niños de tan solo tres años son obligados a compadecer solos ante un juez de inmigración”.
“Es por eso que a principios de este año presenté el proyecto de ley Justicia para los Niños en las Cortes, el cual requiere que estos individuos vulnerables reciban representación legal”, apuntó el senador por Nevada.
A su juicio, “en lugar de arrestar a estos niños en la noche, todavía vistiendo pijamas, la Administración debería seguir abordando la violencia e inestabilidad en la región que está forzando la salida de estas familias. Podemos y debemos proteger a estos niños inocentes de ser regresados al peligro”.