Dilema en el sector de la construcción por muro fronterizo propuesto por Trump

Constructoras y cementeras de México y Europa están siendo confrontadas con la pregunta de si estarían dispuestas a participar en la construcción del muro planeado por Donald Trump para la frontera entre México y Estados Unidos.

“Ni nos hemos planteado el muro de México ni es nuestra especialidad”, dijo el miércoles en Madrid el presidente de la constructora española ACS, Florentino Pérez, durante la presentación de los resultados anuales de la empresa. Un día antes su filial alemana Hochtief se había mostrado abierta a asumir la obra.

En México el gigante cementero Cemex, una de las grandes empresas globales mexicanas, dijo que podría proveer cemento a sus clientes si se lo solicitaran, pero descartó participar de manera directa en la obra del muro.

“Nosotros somos proveedores, no somos constructores. Todavía no se sabe ni quiénes van a ser los constructores”, declaró el presidente de Cemex, Rogelio Zambrano, citado el miércoles por el diario “Reforma”. “Si pudiéramos cotizar, estaríamos en la mejor disposición, no es momento todavía, porque no tenemos nada en concreto”, agregó.

US$21 mil millones sería el costo aproximado de la monumental obra.
3,150 kilómetros es la la extensión de la frontera.


Las bases para la licitación de la obra se darán a conocer alrededor del 6 de marzo, mientras que los primeros contratos podrían adjudicarse a mediados de abril.

Se desconoce cuál sería el costo final, estimado en unos US$21 mil millones, así como la extensión o características de la obra. La frontera tiene 3.150 kilómetros pero hay partes que ya están valladas o tienen barreras naturales.

Jorge Pérez, portavoz de Cemex, explicó a dpa que las declaraciones de Zambrano fueron hechas a periodistas al margen de una asamblea de industriales y no significan un interés directo de Cemex.

“Si alguno de nuestros clientes nos pide cotizar materiales, tenemos la responsabilidad de hacerlo, pero eso no implica que Cemex participaría en la obra”, afirmó. “Al día de hoy no se tienen detalles técnicos de la obra y nadie nos ha buscado para participar”.

Zambrano fue consultado sobre el muro en la ciudad de Monterrey, unos 900 kilómetros al noreste de Ciudad de México, después de una reunión de la Cámara de la Industria de Transformación de Nuevo León.

Antes, el Grupo Cementos Chihuahua, en el que Cemex tiene participación, había afirmado también que podía participar suministrando cemento y materiales a los constructores.

Cemex es una de las mayores cementeras del mundo y la mayor en el continente americano, con presencia en más de 50 países, ventas anuales globales de US$15 mil 227 millones. En México sus ventas anuales son de unos US$2 mil 800 millones de dólares.

En España, el jefe de la constructora ACS, que también es presidente del Real Madrid, dijo que el interés de su empresa marcha por otro lado: “En Estados Unidos tenemos una cartera de 19.000 millones, pero nuestras obras están relacionadas con las infraestructuras”, dijo citado en la prensa española.

Pérez confió por eso en beneficiarse de “los nuevos planes de infraestructuras” previstos por el presidente de Estados Unidos para mejorar aeropuertos o carreteras en el país. “Ahí tienen las obras a las que nos presentamos”, remató.

Al ser consultado sobre el muro, el martes el director ejecutivo de Hochtief, Marcelino Fernández Verdes, había afirmado: “Si resulta beneficioso para nosotros y es nuestro mercado, nos presentamos”.

Estados Unidos es un país clave en el negocio tanto de Hochtief como de ACS. La española, por otro lado, tiene precisamente en México su primer mercado en Latinoamérica.

Trump tiene planes de acelerar la construcción: “Vamos a comenzar pronto, antes de lo previsto”, dijo el viernes.