Sus abogados han mostrado su descontento con la sentencia, que consideran excesivamente severa, y anunciado que apelarán ante el Tribunal Supremo.
“No ignoro mi condena o la tomo a la ligera. Sin embargo, creo que el tribunal debe considerar mi contribución al Estado de Israel, a su seguridad y su situación social y económica. Espero que los errores identificados en mi conducta se equilibren con mi devoción al bienestar del estado y su gente”, manifestó Olmert durante el juicio.
El que fuera jefe del gobierno israelí entre el 2003 y el 2006, y previamente alcalde de Jerusalén, fue en el 2012 exculpado en este caso al no lograrse demostrar que utilizó miles de dólares entregados en sobres de dinero por el empresario estadounidense Moshé Talansky para su propio beneficio.
Sin embargo, hace dos meses la Corte decidió reabrir el caso ante la presentación de nuevas pruebas, entre ellas la declaración de la antigua asesora de Olmert y exjefa de su oficina, Shula Zaken, que confirmó la recepción de los sobres de dinero y su ocultación a las autoridades.
El fiscal había pedido al menos un año de prisión.
Esta nueva condena se suma a los seis años de cárcel a los que fue condenado el pasado año en otro caso de corrupción urbanística.