Sin embargo, el tratamiento para la infección terminó y Landon no tenía ganas de comer ni beber. Eso ha causado que el muchacho haya perdido 44 libras desde entonces, agrega el diario.
Los padres fuerzan a Landon a comer todos los días, sin que él tenga el menor apetito, pero su salud se debilita y pasa en cama debido al cansancio.
Mientras tanto, los médicos establecen que se trata de una “enfermedad rara y desconocida”.