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Krampus (Alemania, Austria, Hungría)
En la tradición alpina, Krampus es una criatura diabólica, hermano del amigable Santa Claus. Según la leyenda, durante la Navidad, esta criatura con cadena y vara castiga a los niños que se portan mal, en contraste con su otro yo, quien premia a los niños buenos con regalos. Muchos adultos se disfrazan de Krampus a principios de diciembre y deambulan por las calles para asustar a los niños.
Ocultar las escobas (Noruega)
La tradición nórdica asegura que las brujas y los espíritus malignos deambulan por el cielo nocturno en Nochebuena. Por ello, la costumbre es esconder todas las escobas de las casas para evitar que esos seres les pongan las manos encima. Algunos llegan a disparar al aire a la medianoche en una suerte de mensaje de advertencia para que se alejen.
La Befana (Italia)
La versión italiana de Papá Noel es una vieja bruja llamada La Befana. Según cuenta la leyenda, los Reyes Magos se detuvieron en su casa para pedir instrucciones de camino a visitar al niño Jesús y la invitaron a que los acompañara en su viaje, pero ella dijo que tenía demasiadas tareas domésticas que hacer.
Cuando el trío partió, ella cambió de opinión y trató de encontrarlos, pero no pudo, por mucho que lo intentó. Dicen que, desde entonces, vuela la noche del 5 de enero (la víspera del encuentro de los Reyes Magos con el niño Jesús). Al igual que Papá Noel, La Befana entrega juguetes a los niños. En lugar de leche y galletas, los italianos le dejan un plato de salchicha y brócoli, más una copa de vino.
La quema del Diablo (Guatemala)
Se celebra el 7 de diciembre. Durante ese día, las familias encienden hogueras fuera de sus hogares y queman figuras de Satanás para eliminar los espíritus malignos y celebrar la victoria del bien sobre el mal. En el pasado, la gente sacaba toda la basura de sus casas y la prendía fuego, pero gracias a la concientización ambientalista, ahora encienden piñatas con forma del diablo.
La noche de los rábanos (México)
En Oaxaca, el 23 de diciembre se celebra este festival en el que los comerciantes y artesanos venden rábanos que han sido intrincadamente tallados para representar pesebres, vida silvestre y arquitectura local, entre otras curiosidades. Las tallas de rábano se venden como centros de mesa navideños. También se premia con una suma cuantiosa al creador del mejor diseño.
Telarañas de la suerte (Ucrania)
Los ucranianos asocian las telarañas con la buena suerte gracias a una historia ancestral. La idea se hizo popular cuando una familia de escasos recursos logró hacer crecer un árbol de Navidad a partir de un cono de pino. Los más pequeños estaban emocionados con decorarlo, pero no había con qué. Al percibir la tristeza de los padres y sus hijos, las arañas tejieron relucientes telas de seda alrededor del árbol, que se tornaron plateadas y doradas cuando salió el sol. Por eso, los arbolitos en Ucrania se decoran con simulaciones de telas de araña para atraer la buena fortuna.
Tío de Nadal (Cataluña)
En esa región española se celebra la tradición del Tío de Nadal (término en catalán que se traduce como tronco de Navidad). A un tronco ahuecado se le talla una cara, se le agregan ramas como piernas y se lo adorna con un pequeño sombrero rojo. A partir del 8 de diciembre, las familias ‘alimentan’ al nadal todas las noches, llenándolo de regalos y dulces. También lo cubren con una manta, para mantenerlo caliente en pleno invierno. En Nochebuena, el leño se coloca en la chimenea (apagada) y los miembros de la familia se turnan para golpearlo con un palo, ordenándole que suelte los regalos y los dulces, mientras juntos cantan canciones navideñas.
Fiesta en la playa (Australia)
En Navidad, la temperatura supera los 30 grados en Australia, por lo que la playa es el escenario natural elegido por muchas familias y grupos de amigos para hacer picnics desde el atardecer, contemplando a los surfistas disfrazados como Santa Claus. Las playas de Sydney tienen estrictas normativas y fuertes multas por consumo de alcohol.
Pollo frito yanqui (Japón)
Así como en Argentina se asocian las fiestas con el pan dulce y el vitel toné, en Japón la mesa navideña incluye el famoso pollo frito de Kentucky Fried Chicken. Se estima que 3,5 millones de familias niponas lo comen todos los años en Nochebuena.
Es el resultado exitoso, y todavía vigente, de una campaña de marketing que la compañía llevó a cabo en los ’70, llamada Kurisumasu ni wa Kentakkii (Kentucky para Navidad). Los cristianos constituyen un porcentaje muy pequeño de la población de la isla, por lo que esa propuesta compensó la falta de tradiciones navideñas populares. Los locales de la cadena toman reservas con meses de antelación.
Los villancicos del caballo muerto (Gales)
Los villancicos navideños de Gales no son tan conocidos como los españoles o italianos. En algún momento de diciembre, e incluso en pleno enero, al abrir la puerta de sus casas los galeses pueden encontrar a un amigo o familiar escondido bajo una sábana adornada con cintas y campanas sosteniendo una calavera de caballo (real) en un palo. La tradición, llamada Mari Lwyd (yegua gris), indica que la sorpresita se completa con un desafío igual de particular: una batalla de insultos que rimen.
*Con información de Jujuy al Momento.