Para entonces tendría 72 años, pero aseguró que “tendría el deseo de una persona de 30 años de ser presidente de la república”.
Silva terminó sus dos mandatos con altos índices de aprobación en el 2010 y varias veces ha manifestado su deseo de volver a ser presidente.
Su nueva declaración ante los miembros de su partido llega mientras algunos sondeos han mostrado un descenso en la popularidad de Lula y su partido a causa de un escándalo de corrupción y una severa recesión económica en Brasil.
Obtuvo favores
La mayoría de los brasileños considera que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva se benefició de los favores de diversas empresas privadas durante su mandato, según una encuesta divulgada hoy.
De acuerdo con el sondeo realizado por la firma Datafolha, una de las de mayor prestigio en el país, mientras que un 58 % de la población de Brasil considera que Lula favoreció a esas empresas a cambio de recibir algún tipo de compensación, sólo un 13 % de los encuestados rechaza esta posibilidad.
Actualmente Lula afronta dos investigaciones por supuesta ocultación de patrimonio, si bien la defensa del exmandatario solicitó este pasado viernes a la Corte Suprema la suspensión de ambas.
Las indagaciones quieren esclarecer si Lula es propietario de un apartamento y de una casa de campo, ambas en el estado de Sao Paulo, y que fueron reformadas por constructoras salpicadas por el gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
Una de las propiedades investigadas se encuentra en el balneario de Guarujá, en el litoral de Sao Paulo, mientras que la otra, una finca de 173 mil metros cuadrados, está situada en la localidad de Atibaia, en el interior del mismo estado brasileño.
De acuerdo con el sondeo, el 62 % de los encuestados cree que el político de 70 años sí se vio favorecido por las obras realizadas en el apartamento de Guarujá y el 58 % considera que estas fueron realizadas a cambio de ventajas concedidas por parte del Gobierno a las empresas implicadas.
En cuanto a la casa de campo, el 58 % cree que efectivamente fueron realizadas por empresas privadas en beneficio del expresidente y el 55 % considera que este favor tuvo algún tipo de contraprestación por parte del Lula, quien fue presidente del país entre el 2003 y el 2010.
Tanto el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) como Lula, que este sábado estuvo en Río de Janeiro para participar de la celebración del 36 aniversario de la formación, han acusado a la oposición de orquestar una campaña para dañar la imagen del político.
En contestación a estas acusaciones, Lula se mostró este sábado dispuesto a que las autoridades investiguen tanto sus cuentas como sus llamadas telefónicas y anunció estar preparado para concurrir a las próximas elecciones presidenciales, previstas para el 2018, si la formación lo considera necesario.