Su dueño Brett Bennett, de Seattle, contó que Brutus comenzó a llorar al darse cuenta que Hank había muerto durante la noche el día 20 último.
Él grabó un video en donde se puede ver a Brutus acurrucado y con los ojos llorosos junto al cuerpo de Hank, en tanto él le expresa palabras de consuelo.
“Hank era un protector de su familia. Hank nunca será olvidado”, expresó Bennett.
Veterinarios refirieron que Hank tenía unos 10 años al morir.
Brutus y Hank aparecen en varios videos publicados por su amo en YouTube, registrando sus aventuras. Ambos fueron adoptados de un refugio para perros abandonados.
Hank y Brutus en el Día de Acción de Gracias 2014.