Ayer estuvo marcado por la violencia en varios puntos del este de Ucrania. Rebeldes prorrusos armados se apoderaron del ayuntamiento de Konstantinovka, una ciudad de 80 mil habitantes, y en Donetsk atacaron una manifestación de apoyo al gobierno prooccidental de Kiev, que dejó 15 heridos.
El alcalde de Jarkiv, ciudad de 1.4 millones de habitantes, Guennadi Kernes, fue herido de gravedad por bala, hecho que puede contribuir a que degenere la situación en esa región industrial de habla rusa.
A escala internacional, estadounidenses y europeos revelaron casi simultáneamente nuevas sanciones.
Las sanciones reforzadas afectan a siete altos responsables rusos, incluido al jefe del gigante petrolero Rosneft —Igor Sechin— y a 17 empresas rusas consideradas cercanas al Kremlin y allegados del presidente ruso, Vladimir Putin, citó la Casa Blanca
Por aparte, la Unión Europea (UE) incluirá otros 15 nombres en la lista de personalidades rusas y ucranianas sancionadas, según fuentes diplomáticas.
Rusia “responderá” a las nuevas sanciones dispuestas por EE. UU. contra funcionarios y empresas rusas, afirmó el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, sin entrar en detalles.
“Cada palabra utilizada por el vocero de la Casa Blanca demuestra que Estados Unidos ha perdido totalmente el sentido de la realidad y conduce la situación a una agravación de la crisis”, dijo Riabkov.