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Tormentas eléctricas, viento y cambio climático: esto es lo que hay que saber

Cada año, violentos grupos de tormentas eléctricas causan grandes daños, no solo por la lluvia y las inundaciones, sino también por el granizo, los tornados y las ráfagas de viento.

Los científicos advierten de que las tormentas e inundaciones serán cada vez más frecuentes, por el calentamiento global. Daños por correntadas en una provincia belga. (Foto Prensa Libre: AFP)

Los científicos advierten de que las tormentas e inundaciones serán cada vez más frecuentes, por el calentamiento global. Daños por correntadas en una provincia belga. (Foto Prensa Libre: AFP)

Los científicos afirman que tormentas como las que azotaron Houston podrían volverse más intensas a medida que el planeta se calienta, aunque precisar las tendencias sigue siendo difícil.

Ventanas rotas y paredes derrumbadas. Líneas eléctricas y árboles derribados. Las fuertes tormentas que azotaron Houston y la costa del golfo de México el jueves dejaron las huellas destructivas de un huracán, aunque no llegaron desde los trópicos.

Cada año, violentos grupos de tormentas eléctricas causan grandes daños en Estados Unidos, no solo por la lluvia y las inundaciones, sino también por el granizo, los tornados y las ráfagas de viento. Esto es lo que hay que saber sobre estas tormentas y cómo pueden estar cambiando con el calentamiento del clima.

El calentamiento global crea condiciones más favorables para tormentas severas

A medida que el planeta se calienta, es probable que las tormentas severas de todo tipo descarguen mayores cantidades de lluvia. La razón: el aire caliente retiene más humedad, lo que aumenta la capacidad de las tormentas para transportar precipitaciones.

Como el aire puede retener más humedad, también hay más vapor de agua en el cielo que puede condensarse en líquido y formar nubes. La energía térmica liberada a la atmósfera por esta condensación es lo que alimenta las tormentas. En resumen: a más condensación, tormentas más fuertes.

El calentamiento también podría aumentar la inestabilidad de la atmósfera, lo que proporciona más energía para elevar rápidamente el aire húmedo durante las tormentas.

Los científicos todavía están tratando de entender cómo se desarrolla todo esto

El hecho de que se den los ingredientes para una tormenta potente no significa que esta siempre se materialice. Hay muchos otros factores que influyen en la formación de las tormentas y en su grado de destrucción, por lo que no es fácil determinar cómo puede afectar el calentamiento global a las tendencias generales de las tormentas.

“En teoría, sabemos muy bien lo que está ocurriendo”, afirmó Andreas Prein, climatólogo del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica de Boulder, Colorado. “Pero cómo esto se traduce luego en tormentas convectivas severas, y lo que vimos ayer, es un poco más dudoso”.

No hay evidencia clara, por ejemplo, de que los tornados se hayan vuelto más frecuentes o intensos en las últimas décadas. Sin embargo, parece que se producen en ráfagas más concentradas.

Las tormentas también pueden producir fuertes vientos que se abren en abanico en líneas rectas en lugar de tornados. En un estudio publicado el año pasado, Prein estimó que son mucho más amplias las zonas del centro de Estados Unidos que experimentan ahora estas ráfagas en línea recta en comparación con principios de la década de 1980.

Los daños causados por las tormentas ya están ocasionando grandes pérdidas a las aseguradoras de viviendas

En Estados Unidos, el mercado de los seguros de vivienda está en plena ebullición, y no solo a causa de los huracanes y los incendios forestales. Como documentaba esta semana una investigación de The New York Times, las fuertes tormentas también están haciendo perder dinero a las aseguradoras en los seguros de hogar.

Estas pérdidas están afectando a aseguradoras de lugares como Iowa, Arkansas y Ohio, lejos de las zonas costeras más golpeadas por los huracanes.

Según Prein, las pérdidas acumuladas por las tormentas eléctricas no son mucho menores que las de los huracanes. “Está mucho más cerca de lo que normalmente se piensa”.

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