En marzo, Clegg y otros voluntarios en un campamento de migrantes en Calais, Francia, distribuyeron cientos de celulares básicos a niños que vivían allí y les programaron un número para que llamaran en caso de emergencia.
Ella sabía que Ahmed no enviaría un mensaje de ese tenor si no hubiese estado en peligro. Por eso llamó a Tanya Freedman, de la organización de caridad Help Refugees, en Londres, para decirle que el niño parecía estar sofocándose.
Freedman llamó a la Policía en el sudeste de Inglaterra para denunciar la emergencia. Dijo que la respuesta policial fue expedita y efectiva.
“Les dije que era una situación de vida o muerte”, dijo Freedman a The Associated Press el viernes. “Yo tenía el número de Ahmed y lo primero que hicieron fue buscar un intérprete que hablara pashto —idioma que habla el niño— para comunicarse con él.
Lo llamaron e inmediatamente se dieron cuenta de que se trataba de una emergencia, rastrearon su celular y descubrieron que estaba en un camión en Leicestershire”.
La policía de Kent dijo que recibió un llamado a las 2:50 p.m. del jueves denunciando que los migrantes al parecer estaban en peligro dentro de un camión y que se detectó el vehículo.
Lo informaron a la policía de Leicestershire, que halló rápidamente el camión parado en una estación de servicio, rompió la puerta trasera y liberó a 15 migrantes al borde de la asfixia.
La policía de Leicestershire dijo que 14 migrantes fueron detenidos bajo sospechas de que entraron ilegalmente en Gran Bretaña y que sus casos serán manejados por las autoridades de inmigración. Otro fue arrestado por sospecha de tráfico ilegal. La policía dijo que un niño fue puesto bajo cuidado.