Bosques comunales
El bosque comunal es, muchas veces, un continente de un conjunto diverso de relaciones individuales y comunales de aprovechamiento del bosque (Ankersen, 1999). Las tierras comunales son las tierras en propiedad, posesión o gestión de comunidades indígenas o campesinas como entes colectivos, con o sin personalidad jurídica que históricamente han sido resguardadas bajo el régimen comunal que a veces están a nombre del Estado, de las municipalidades o de personas individuales.
Un estudio elaborado por el Grupo Promotor de Tierras Comunales demostró que en el país hay cerca de mil 300 bosques comunales y aproximadamente 1.5 millones de hectáreas en tenencia comunal (GPTC, 2007).
Ahora bien, para un adecuado resguardo y conservación de las tierras y ejidos comunales es vital fortalecer a las instituciones locales —comunas, Cocodes, alcaldías indígenas y ONG ambientalistas—, las cuales se constituyen en los actores claves que a nivel comunitario regulan el uso y acceso a los recursos colectivos, para hacerle frente a amenazas como el despojo de tierras, nulo reconocimiento de los derechos territoriales colectivos, explotación con fines comerciales, desarticulación y represión a organizaciones comunitarias.
Casi toda la normatividad existente para el cuidado de los bosques comunales ha sido diseñada por los mismos usuarios, razón por la cual adquiere legitimidad y debe considerarse como parte del Derecho Consuetudinario, además de que simbólicamente representa los principios y valores de la cosmovisión ancestral de los pueblos indígenas, siendo los territorios dispositivos de resistencia y contrapoder.
Los bosques comunales son pilares para el manejo productivo, sostenibilidad de la biodiversidad, proveen servicios ambientales, generan zonas de recarga hídrica y contribuyen a reducir la conflictividad socioambiental derivado de proyectos extractivos en territorios indígenas, por ello es importante establecer vinculación legal entre las normas locales/comunitarias y el derecho positivo nacional.
No obstante, el principal mecanismo para la protección integral de los bosques comunales es la gestión colectiva a través de instrumentos como la Estrategia Nacional de Tierras Comunales, la propuesta de categoría de Áreas Protegidas en Comunidades Indígenas, el fortalecimiento de los conocimientos tradicionales, las propuestas de mitigación y adaptación al cambio climático, y las iniciativas de ordenamiento territorial.