POR LA LIBERTAD

Derecho a “bloquear”

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Esta semana ha sido un caos para muchas personas que se movilizan por las carreteras del interior del país. Diversos grupos de manifestantes han decidido hacerlo “bloqueando pacíficamente” el paso en varios puntos importantes del país. ¿Tienen derecho? A manifestar por la causa que quieran, sí. A interrumpir el paso en las carreteras públicas a los demás, no. Además, no tiene nada de pacífico interrumpir el paso a los demás.

' No importa la razón de nuestra inconformidad, no tenemos ningún derecho a pasar sobre los derechos de los demás.

Ramón Parellada

Todos tenemos derecho a manifestarnos de diferentes formas. A lo que no tenemos derecho es a violar los derechos de los demás. No importa la razón de nuestra inconformidad, no tenemos ningún derecho a pasar sobre los derechos de los demás. Si queremos que respeten nuestros derechos debemos respetar el de los demás. De eso se trata vivir en una sociedad civilizada. Vivir libre y pacíficamente significa que el límite de mis acciones está determinado donde comienzan los derechos de los demás.

¿Por qué se dan estos “bloqueos” en puntos importantes de las carreteras del país? Para llamar la atención. Lo logran, pero a costa de perder simpatía para su causa. Los líderes de quienes provocan estos “bloqueos” no sufren las consecuencias de las acciones que provocan. Dado que en el pasado el gobierno ha sido permisivo y pasivo con los “bloqueos”, hoy en día cualquier persona o grupo que tenga una causa, independientemente del motivo o ideología, aprovecha para llamar la atención bloqueando puntos importantes del país. El caos vehicular que se arma es inmenso. El descontento y pérdidas económicas de los pilotos, pasajeros y personas que circulan por el lugar es enorme. El enojo a veces es incontrolable y termina en violencia. Se les causa más daño a los que más necesitan movilizarse por esos pasos “bloqueados”. Hace años, no pudo pasar por uno de estos “bloqueos” una ambulancia con una persona en estado grave y falleció. No hubo ninguna consecuencia para los causantes.

¿Hay otras formas de manifestarse? Por supuesto. Hay manifestaciones en plazas donde no afectan el derecho de movilidad de los demás. Reunirse en una plaza como en el Parque Central ha sido efectivo para llamar la atención y, además, ser empático con quienes necesitan ir de un lugar a otro o transportar sus mercancías. También es interesante cuando las manifestaciones se hacen virales usando una camisa blanca, como lo hacen las damas de blanco en Cuba y en otros países. A veces se colocan cintas de un color en los autos, árboles, etc, como forma de protesta por alguna causa. Esas son manifestaciones que no dañan el derecho de los demás. Cuánto pierde el país, cuánto pierden las personas que no logran llegar a sus destinos, cuánto nos empobrecen estas acciones.

No cuestiono la causa. Puede que la causa sea la más pura y razonable que pueda existir o no. Cuestiono la violación del derecho de otros a circular por las vías públicas. Incluso cuestiono que como consecuencia no intencionada (quiero pensar que no hay intención de que otros mueran) puedan fallecer personas a quienes les urgía llegar a un hospital. No sabemos todo el costo de oportunidad que estos “bloqueos” causan en la vida de cada persona afectada. ¿Cuánto pierden los demás viendo afectadas sus pertenencias, sus productos perecederos o lo que sea que envíen y no llega a tiempo al comprador? ¿Cuántas vidas se pierden? ¿Quién se hace responsable de esas pérdidas? El gobierno pasivo deja de cumplir su misión de defender la vida, la propiedad y la libertad cuando permite estas violaciones a uno de los derechos fundamentales del ser humano. ¿Hasta cuándo?

ESCRITO POR:

Ramón Parellada

Empresario. Catedrático universitario. Director del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).