La semana pasada escribí algunas ideas (Propuesta para reactivar la economía –Prensa Libre– 30/04/2020) que se podrían aplicar para reactivar inmediatamente la economía del país. Es urgente pensar en la reactivación luego del parón forzoso que el gobierno impuso al cerrar la mayoría de las actividades económicas por contener la enfermedad del coronavirus. Es verdad que ha logrado contener la enfermedad, pero con un enorme costo de oportunidad.

Entre las medidas que sugería estaban disminuir del 25 al 15%, a las empresas, el ISR, que es mal llamado impuesto sobre la renta y debería llamarse Impuesto al Rendimiento del Capital, como decía el Dr. Manuel Ayau. Realmente pienso que la sugerencia debió ser más agresiva, es decir eliminarlo completamente.

Cuando vino a Guatemala el Dr. Vernon L. Smith, premio Nobel de Economía, a recibir un doctorado Honoris Causa por la Universidad Francisco Marroquín, en marzo de 2004, nos dijo que sus experimentos lo llevaron a apreciar con más intensidad todos los aportes a la ciencia económica por parte de la Escuela Austríaca de Economía, especialmente los de Hayek. En relación con cómo desarrollar más rápidamente un país el afirmó que “es imprescindible que no se grave el capital”. Estuvo de acuerdo en que uno de los impuestos más dañinos al capital es el impuesto a las ganancias.

Robert Nozick, gran filósofo y pensador del siglo XX, en su libro Anarquía, Estado y Utopía, en el capítulo denominado “Justicia Distributiva” considera que gravar las ganancias producidas por el trabajo equivale a una forma de trabajo forzado, o dicho en otra manera, trabajo de esclavos.

El Dr. Manuel Ayau fue consistente toda su vida al explicar por qué el impuesto al rendimiento del capital era tan dañino para el desarrollo económico y afectaba terriblemente a los más pobres. Eliminar el ISR y cualquier impuesto que grave al capital implicaría crear rápidamente miles de oportunidades para todos los guatemaltecos menos afortunados. El ISR tiene muchas desventajas, algunas son:

1. Invade la privacidad de los individuos, atenta contra la libertad de estos al involucrar al gobierno en las cosas privadas de cada uno. 2. Afecta a las ganancias y al capital, por lo que reduce la creación de oportunidades para los pobres (empleos permanentes, etc.) 3. Es de los más costosos de cobrar. 4. Es de los más fáciles de evadir. Fomenta la economía informal. 5. Genera mucha corrupción.

El ISR y cualquier otro impuesto que afecte el capital hace más lento el crecimiento económico. Las empresas exitosas tienen ganancias y lo que suelen hacer con ellas es reinvertir una buena parte, luego de pagar el ISR al gobierno, en nuevas máquinas y herramientas que incrementan la productividad y, por ende, la creación de riqueza y oportunidades para todos. Esa porción que va al gobierno frena esas reinversiones. En vez de ellos, el gobierno debería recibir sus tributos a través de los impuestos al consumo, siempre y cuando no causen tributación en cascada, y para ello está el IVA (impuesto al valor agregado).

Por ello, una buena sugerencia para reactivar rápidamente la economía del país es eliminar el ISR de tajo. No podemos tener un impuesto que además de improductivo y costoso afecte en especial a los más pobres. Las empresas seguirán pagando el ISR mientras exista, pero las oportunidades perdidas las seguirán pagando los que no encuentren trabajo.

La sugerencia es agresiva pero también fue agresiva la paralización forzosa de las actividades económicas, con la consecuente destrucción de la economía. Debemos ser igualmente agresivos para reactivarla.