IDEAS
En todas partes se cuecen habas
Esta semana nos presentó varias noticias en las que podemos ver que en todas partes “se cuecen habas”. Erwin Sperisen será dejado en libertad en Suiza la semana entrante, luego de 11 años en la cárcel y dos juicios que han sido anulados por “deficiencias”. El senador Bob Menéndez fue acusado formalmente el lunes de recibir “mordidas”. Y cada vez aparece más evidencia que podría implicar al presidente estadounidense, Joe Biden, en un esquema de “tráfico de influencias” utilizando a su hijo como “el negociador”.
' ¿Era corrupto el senador que propugnaba la “lucha contra la corrupción? Solo Dios y el FBI sabrán.
Jorge Jacobs
El caso más relevante para Guatemala es el del exdirector de la Policía Nacional Civil (PNC) Erwin Sperisen. Este es el segundo juicio que enfrenta Sperisen sobre el caso de la toma de la Granja Penal de Pavón. El primero fue anulado por el Tribunal Federal de Suiza, por considerarlo arbitrario e incompleto. El segundo llegó más lejos, hasta la última instancia posible, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que era la última corte a la que podía recurrir. Según me indicó el abogado de Sperisen, en una entrevista que le hice hace un par de semanas, presentaron siete argumentos demostrando las violaciones al debido proceso de Sperisen, pero al Tribunal le bastó con el primer argumento, la parcialidad de la jueza, para declarar que en el juicio se violaron los derechos de Sperisen y anularlo.
En el sistema de justicia suizo, muy cuestionado por cómo ha funcionado en la acusación contra Sperisen, se dieron el gusto de mantenerlo todavía unos meses en prisión, a sabiendas de que no iban a apelar la sentencia del Tribunal Europeo. Tenían tres meses para apelar la Ver entradadecisión, pero simplemente se quedaron callados y dejaron que el plazo expirara sin decir nada. Ahora no les quedó otra que dejarlo libre, pero, a pesar de todos los errores y abusos que se cometieron, todavía dejan sobre su cabeza la posibilidad de que se abra un tercer juicio en su contra. La ironía es que tres supuestos “cómplices” de Sperisen ya fueron absueltos en tres jurisdicciones distintas, dos de ellas europeas. El colmo es que la acusación contra Sperisen al final fue de ser “cómplice” de Javier Figueroa, en ese momento subdirector de la PNC, pero a Figueroa una corte de Austria lo encontró “no culpable” de lo que se le acusaba. Entonces Sperisen supuestamente era culpable de ser cómplice de una persona que no fue hallada culpable de cometer el crimen. Y por eso lo condenaron a 15 años de prisión. Al final, la justicia de un país tan pulcro y desarrollado como Suiza, resulto teniendo problemas similares o peores que el de un país como Guatemala.
Por otra parte, este lunes el senador demócrata Robert Menéndez se tuvo que presentar ante un juez debido a la acusación formal del FBI de haber recibido “mordidas”. El senador Menéndez era hasta hace unos días el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, un puesto que utilizó para ejercer presión en muchos países, Guatemala incluida. Menéndez fue uno de los principales defensores de la CICIG en Guatemala. Casualmente, coincide la época de su fuerte defensa de la CICIG con algunas de las acusaciones de sobornos que supuestamente recibió. Menéndez por supuesto rechaza las acusaciones, pero ahora deberá defenderse en una corte. ¿De perseguidor a perseguido? ¿Era corrupto el senador que propugnaba la “lucha contra la corrupción? Solo Dios sabrá.
Y luego se vienen los casos que se están investigando, y de los cuales cada vez surgen más evidencias, de la red de “tráfico de influencias” que el actual presidente, Joe Biden, habría armado utilizando de “proxy” a su hijo, Hunter Biden.
En resumen, los políticos y funcionarios son muy similares en todas partes del mundo. No importa que sean de las “grandes potencias” o de países tercermundistas. La corrupción y el abuso de poder están a la orden del día en todos lados. Por eso es por lo que yo digo que lo que se debe buscar es cambiar el sistema para reducir el poder discrecional de los funcionarios, reduciendo así, también, los incentivos para la corrupción. Lamentablemente, en todas partes se cuecen habas.