Catalejo

Gran triunfo de los atletas olímpicos guatemaltecos

La decisión del COI es una victoria para el país especialmente para la participación en París de los jóvenes atletas olímpicos.

Los atletas olímpicos chapines obtuvieron ayer el mejor triunfo de sus carreras: vencer en la batalla nacional para lograr su participación en las olimpíadas de París este año. Fue hermosa, el resultado de la indignación popular ante la injusticia y la terquedad de quienes se empecinaron en introducir leyes guatemaltecas en las decisiones de una entidad internacional con status de organización no gubernamental, regida por sus leyes internas. Esa mala fe provocó para los muchachos haber participado apátridamente en los juegos anteriores. Y justo es decir, se trata de un logro de Bernardo Arévalo y de su conversación con el Comité Olímpico Internacional. La CC salió derrotada y con ello se abre la puerta para analizar sus decisiones anteriores. Pero ese es otro tema.

La decisión del COI es una victoria para el país especialmente para la participación en París de los jóvenes atletas olímpicos.

Es una prueba de hasta dónde llegó la corrupción del giammateiato, porque evidentemente el origen fue la ambición por los fondos del COI, pero además la intervención del gobierno en colocar alfiles nefastos con el fin de obedecer órdenes aunque ello significara afectar hasta la médula a los atletas y al prestigio del país. Ya es una pesadilla terminada. Si se intentaran nuevas güizachadas, el desprestigio perpetuo e histórico de quienes lo intenten, será apabullante. Ahora quedan deducir la totalidad de las responsabilidades de quienes, a pesar de las advertencias, decidieron con prestarse a darle lugar a quienes con mala intención estaban listos para dejar a los jóvenes atletas sin cantar y escuchar el himno o saludar a la bandera. Debo admitirlo: me siento satisfecho al haber contribuido con varios artículos a este logro.

Falso rumor de libros de ideología de género

Es una falsedad el mensaje de la supuesta decisión oficial de repartir libros con ideología de género, según reportes oficiales enviados por el netcentero Xela News,  ex “gobernación departamental de Quetzaltenango”, fundada en tiempos de Jimmy Morales y luego bautizada Voz Joven de Quetzaltenango con el nombre actual. La ministra de Educación me llamó en respuesta de mi mensaje para conocer si el gobierno había repartido libros de primaria con mensajes de la ideología de género y en la conversación me informó acerca del tema. Es un video realizado en México y muestra unos libros entregados y con ilustraciones de arco iris. Queda entonces aclarado el asunto.

Al recibir el video enviado desde Quetzaltenango y porque me gusta beber de donde nace, no de donde pasa, como dice el viejo dicho, solicité por este medio la información del caso. El autor es un netcentero dedicado a desinformar, como generalmente lo hacen quienes se dedican a ello. En resumen, los libros fueron impresos por el anterior gobierno y no se refieren a ideología de género, sino a otras materias, y este ministerio no ha ordenado la impresión de ningún tipo de libros.  Se trata de una maniobra con la meta de desprestigiar a Bernardo Arévalo. Es importante conocer la autoría para de esa forma advertir a los ciudadanos receptores, acerca de quienes están detrás de esos bulos tecnológicos y lo hacen desde la cobardía del anonimato.

El tema demuestra la urgente necesidad de colocar normas muy específicas para la divulgación de mensajes a través de las redes sociales por supuestas fuentes serias de información. Los requisitos son pocos, pero necesarios: identificar plenamente el nombre del autor, no dar la falsa apariencia de un medio de comunicación informativo serio, y desde el campo legal, definir los castigos por el sistema legal ante el rompimiento de las normas indicadas en la Ley Constitucional de Emisión del Pensamiento. Y las entidades o personas mencionadas, deben acudir a esta instancia legal a fin de limpiar su nombre y en cierto sentido están obligadas a hacerlo. Para finalizar señalo la mala influencia y lo absurdo de muchos criterios de esa ideología, copiada del inglés porque éste no tiene género.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.