IDEAS
La tremenda corte y el futuro de todos los guatemaltecos
La designación de la siguiente magistratura de la Corte de Constitucionalidad (CC) es uno de los asuntos más trascendentales que se darán este año, pues serán los nuevos magistrados quienes definan el curso de la vida política del país, o los que tomen la decisión de regresar a la función de control constitucional y poder limitado para la que fue diseñada la CC.
' Lástima, no hemos entendido la importancia de limitar el poder de todos los funcionarios, incluidos los magistrados de la CC.
Jorge Jacobs
Por el poder político que la Corte ha tomado en los últimos años, muchos actores tienen su vista puesta en la misma. No es por nada que el gobierno de Estados Unidos se ha mostrado tan interesado en el proceso, enviando con todos sus voceros posibles, desde el Secretario de Estado para abajo, el mensaje de la importancia de contar con jueces idóneos. Eso en al ámbito público, pero también de manera un poco más discreta se han movido tratando de influir y presionar a cuanto elector puedan, todavía sin llegar a los excesos descarados de Robinson, pero de que están ejerciendo presión, lo están haciendo.
En el caso de la elección de los magistrados designados por la Usac, se dice que las presiones son muchas y muy fuertes para que nombren a Gloria Porras. A ello se debe, en parte, la campaña de desprestigio que se ha hecho contra Omar Barrios que es el otro contendiente fuerte en esa elección. Puede ser que al final, el Consejo Superior Universitario decida sortear salomónicamente las presiones dejando fuera a ambos y escogiendo a algunos de los otros contendientes que no levantan tantas pasiones.
Por aquello de las dudas, Gloria Porras está de campaña, tratando de elevar su perfil al grado que esta semana hasta realizó una presentación de los “resultados” de su presidencia de la CC, aunque ella misma aclaró que realmente era solo sobre los primeros 10 meses y no de todo el año. Obvio, ahorita es cuando necesita subir su perfil, no dentro de dos meses cuando termine su presidencia.
Por otro lado, los grupos de interés que quieren incidir en la elección son variados y entre ellos algunos buscan la forma de posponer la toma de posesión de los magistrados que resulten designados, por lo que no debe extrañar que ya tengan listos todos los amparos que van a meter, hasta con el nombre de los candidatos que no son de su agrado.
Pero tampoco debería extrañar que algunos de los actuales magistrados estuvieran dispuestos a “sacrificarse” y quedarse algún tiempo más en el cargo —preferentemente ad eternum—. Si ya lo hicieron en el caso de las demás cortes, cuanto más no lo podrían hacer por ellos mismos. Si esto llegara a pasar, lo correspondiente sería proceder penalmente contra los magistrados y solicitar su remoción por perturbar el “orden democrático”.
Lo peor de todo es que, en medio de las luchas de poder, de corrupción, ideológicas y de intereses sectarios, la trascendencia de la tremenda corte en la vida de todos los guatemaltecos se deja a un lado, y lo único importante es que queden “mis candidatos” y que se deseche a todos los demás. Poco les importa a muchos que “sus candidatos” vayan a extralimitarse en las decisiones que tomen cuando ejerzan el poder, siempre y cuando “las tomen de su lado”.
Cuando la verdadera discusión que deberíamos tener es sobre la función de la CC, y los fallos de diseño que tiene que les han permitido a sus magistrados convertirse en los verdaderos dictadores del país, indistintamente del sesgo que tengan. Lástima, no hemos entendido la importancia de limitar el poder de todos los funcionarios, y la mayoría se ha conformado con luchar por ser ellos y sus cuates quienes ejerzan el poder de manera autoritaria.