IDEAS

Las lecciones para China y Taiwán

La semana pasada, el jefe militar de China le advirtió a su contraparte estadounidense que si Taiwán intenta “independizarse”, ellos están dispuestos a invadirla e ir a la guerra con tal de impedirlo. A pesar de las constantes amenazas, sigo convencido de que, por lo menos en el corto y mediano plazo, el gobierno de China no invadirá a la “provincia rebelde”.

La invasión de Rusia a Ucrania le está sirviendo a China para considerar los efectos que podría tener una invasión similar de Taiwán, no solo militarmente, sino, especialmente, en la reacción de “occidente” y las repercusiones y sanciones a las que podría enfrentarse. También, seguramente, está aprendiendo de los errores de Rusia y que, por muy “fácil” que parezca, ninguna invasión militar lo es.

De hecho, aunque China cuenta con una superioridad militar contundente contra Taiwán, militarmente, la invasión de Taiwán es mucho más complicada que la de Ucrania por una sencilla razón: el mar. No es lo mismo una invasión por tierra que una por mar. Especialmente contra un enemigo que, aunque pequeño y con menos fuerzas, puede tener armas de muy alta tecnología y el apoyo de Estados Unidos, como lo está teniendo Ucrania.

Ello no implica que China no tenga ese objetivo en el largo plazo, por lo que no debe extrañar que siga gastando grandes presupuestos en modernizar sus fuerzas militares. Ese mismo viernes, de hecho, lanzaron al mar su tercer portaaviones, el Fujian, que los expertos militares argumentan ya “casi” está al nivel de los portaviones estadounidenses.

' ¿Reaccionaría el mundo con Taiwán como lo hizo con Ucrania, o les darán la espalda?

Jorge Jacobs

Por supuesto que la guerra en Ucrania está cambiando paradigmas, empujando a muchas empresas a diversificar su cadena de producción para no depender completamente de China. Salirse de Rusia fue un trago amargo, pero no lo suficiente para arruinarlas. Que de repente se viera cortada su producción principal en China sí podría ser un golpe mortal para muchas de ellas, por lo que ahora una de las prioridades en las juntas directivas de las empresas más grandes e importantes del mundo es cómo reducir su dependencia de China. Ello es uno de los factores que puede ser de extrema importancia para países como Guatemala, que se beneficiarían sobremanera de algunas de esas decisiones.

Pero también China seguramente está aprendiendo y va a buscar no depender completamente de occidente para su expansión, sino que buscará desarrollar más su mercado interno y su relación con los “demás” países.

Mientras que, del lado de Taiwán, también deben estar muy atentos a todos los desarrollos de la guerra en Ucrania. Para principiar, no solo el Gobierno, sino especialmente su población, ya se dieron cuenta de que la invasión es una posibilidad que no se puede descartar, lo que seguramente los llevará a redoblar los esfuerzos para prepararse y volverse menos vulnerables. Ello implica incrementar el gasto militar, comprar más armas, incrementar la preparación de su ejército, y el desarrollo de nuevas armas y estrategias. La pregunta del millón que se han de hacer todos los días es, si llegado el momento de ser invadidos, ¿el resto del mundo reaccionará como lo hizo con Ucrania, o les darán la espalda?

Ellos también buscarán diversificar sus inversiones fuera de sus fronteras para que, en caso de una invasión, no se queden sin recursos. Nuevamente, eso también puede ser una ventaja para Guatemala, tomando en cuenta que es uno de los pocos países que todavía mantiene relaciones diplomáticas con la isla.

Juntando todos esos factores, veo poco probable que, por lo menos en el corto y mediano plazo, China se atreva a invadir Taiwán. Puede ser un proyecto más a largo plazo, sí, pero todavía tienen que encajar muchas piezas.

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).

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