Hagamos la diferencia

Temores a la tecnología…

Los avances tecnológicos han provocado reacciones antagónicas en la humanidad, en algunos casos de entusiasmo y en otros de temor.

Los avances tecnológicos han provocado reacciones antagónicas en la humanidad, en algunos casos de entusiasmo y en otros de temor. El ser humano se ha enfrentado al desafío constante de adaptarse a nuevas herramientas que reconfiguran la forma en que trabajamos, nos relacionamos y vivimos. Ocurrió en tiempos pasados al inventarse la rueda y luego al dominar el fuego. Hace algunos años, el temor acompañó la transición de la pluma al lapicero. La pluma se consideraba tradicional y confiable y el lapicero una invención moderna “que arruinaría la escritura” al considerarlo poco confiable y legible, pero demostró ser una herramienta eficiente y versátil, la pluma ahora es historia y un objeto de colección. De igual manera, cuando surgió la calculadora electrónica, provocó preocupaciones sobre la pérdida de habilidades matemáticas básicas. Pero esta nueva herramienta simplificó tareas aritméticas y permitió un enfoque más profundo en conceptos matemáticos avanzados, liberando tiempo y energía para explorar áreas más complejas en la matemática.

Estamos ante otra revolución tecnológica, la inteligencia artificial; sin embargo, este progreso no está exento de preocupaciones.

La llegada de internet también suscitó suspicacias. ¿Nos volveríamos dependientes de una fuente aparentemente infinita de información? ¿Se perjudicaría nuestra capacidad para procesar información y para recordar? Sin embargo, demostró ser una herramienta indispensable para el acceso al conocimiento, la comunicación global y el progreso de la sociedad.

Estamos ahora ante otra revolución tecnológica: la era de la inteligencia artificial (IA). Sin embargo, este progreso no está exento de preocupaciones, algunas de las cuales son sorprendentemente similares a las que se vivieron en el pasado. Los temores se avivaron de nuevo. ¿Qué sucede con la privacidad y seguridad de nuestros datos? ¿Estamos cediendo demasiado control a las máquinas? Sin embargo, la inteligencia artificial presenta un potencial revolucionario para mejorar nuestras vidas de formas que apenas podemos imaginar. Una de las principales ventajas de la IA es su capacidad para procesar grandes cantidades de datos de manera rápida y eficiente. Esto provocará avances significativos en campos tan diversos como la agricultura, la educación, la energía, la medicina, la ingeniería. Los algoritmos de IA podrían, por ejemplo, analizar imágenes médicas para detectar enfermedades en etapas tempranas y apoyar al doctor para realizar un mejor diagnóstico, optimizar los cultivos agrícolas para mejorar su productividad y se podría personalizar la educación para adaptarla a las necesidades individuales de los estudiantes. La inteligencia artificial está transformando la forma en que trabajamos, permitiendo la automatización de tareas rutinarias y liberando tiempo para la creatividad, la innovación y la resolución de problemas complejos. A medida que las máquinas asumen una mayor carga de trabajo repetitivo, los humanos pueden enfocarse en actividades que requieren empatía, intuición y juicio crítico. La IA generativa podrá revolucionar industrias como el arte, el entretenimiento y la publicidad, al provocar la creatividad y la expresión. En marketing, las empresas pueden aprovechar la IA generativa para crear contenido publicitario personalizado y atractivo.

Es comprensible que existan preocupaciones sobre el impacto de la inteligencia artificial en la sociedad, pero es importante reconocer que estas tecnologías están aquí para quedarse. En lugar de resistir el cambio, debemos abrazar el potencial transformador de la inteligencia artificial y trabajar para garantizar que se implemente de manera ética y responsable. La historia nos ha enseñado que el progreso tecnológico y la evolución humana conllevan desafíos, pero también oportunidades. La inteligencia artificial tiene el poder de mejorar nuestras vidas de formas que solo podemos empezar a entender. Al superar el temor y abrazar la innovación, podemos forjar un futuro más brillante y prometedor para las generaciones venideras.

ESCRITO POR:

Samuel Reyes Gómez

Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.