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En las últimas semanas en Cuba se ha levantado un nuevo movimiento de protesta contra los abusos y la represión del régimen, organizado principalmente por artistas que no se han conformado a los lineamientos impuestos por los dueños de la isla, en su mayoría, miembros del Movimiento San Isidro. No está claro todavía qué tanto van a lograr, pero por lo menos es una muestra de que cada vez más personas están dispuestos a enfrentar a los tiranos, aun a riesgo de sus vidas.

' La única expresión que no se reprime en Cuba es la que coincide con el Partido Comunista.

Jorge Jacobs

El Movimiento San Isidro está conformado por jóvenes artistas, periodistas independientes y académicos, organizados principalmente por Luis Manuel Otero Alcántara, en 2018, para oponerse a la represión del gobierno luego de que éste aprobara el Decreto 349, que “regula” la expresión artística. El nombre lo toma del barrio en La Habana donde está su sede.

Aunque ya habían sufrido la represión del régimen, la situación empeoró cuando uno de sus miembros, Denis Solís, rapero, fue arrestado luego de que un policía irrumpió en su apartamento y el transmitió en vivo por Facebook cómo lo echó de su casa. En tres días se le sentenció -sin abogado defensor- a 8 meses de cárcel por “desacato”. Por cierto, ese delito estuvo vigente en Guatemala hasta hace unos años, cuando fue declarado inconstitucional por una acción presentada por Mario Fuentes Destarac.

En protesta, varios de los miembros del Movimiento iniciaron hace dos semanas una huelga de hambre -y algunos de sed- para lograr que lo liberaran. Sin embargo, la situación se complicó el jueves pasado, cuando las autoridades irrumpieron en donde hacían la huelga y los capturó argumentando que habían violado las “leyes sanitarias por el COVID-19”. Un uso creativo de la pandemia para imponer el poder más allá de los encierros.

El viernes, en una reacción inusitada, más de 300 personas, en su mayoría jóvenes, se reunieron a manifestar frente al Ministerio de Cultura, lo que culminó en un debate con las autoridades del Ministerio hasta tempranas horas del sábado, donde éstas se comprometieron a revisar los casos. Algunos creyeron que con eso el régimen iba a bajar la guardia y dejar a los del Movimiento San Isidro en paz, pero no fue así. Desde el mismo fin de semana, las autoridades han estado ejerciendo presión sobre los miembros del movimiento, acusándolos de “terroristas” financiados por el gobierno de Estados Unidos. Hasta el mismo presidente, Miguel Díaz-Canel, los increpó en un discurso el domingo.

En lo que va de la semana, capturaron dos veces a Otero junto con un par de otros líderes del Movimiento San Isidro. Así también han estado asediando a otros miembros del movimiento en sus casas. Y la presión continúa. Este jueves el Movimiento había convocado a una conferencia de prensa, la cual fue cancelada a última hora. Cuando escribo esto todavía no se sabían las razones de la cancelación.

Lamentablemente, la única expresión que no se reprime en Cuba es la que coincide con el Partido Comunista. Poco después del ascenso de Castro al poder, todos los medios de difusión masiva fueron confiscados y puestos al servicio del Partido y del Gobierno. La radio, la televisión, los periódicos, las revistas y el cine tienen como función única la divulgación de la ideología comunista.

Afortunadamente, a pesar de toda la represión, cada vez hay más jóvenes que se están animando a expresarse en contra del régimen, aun a costa de su propia seguridad. Esperamos que estos esfuerzos no se descarrilen con la llegada de la administración Biden, ya que algunos de los demócratas más extremos van a buscar tirarle un salvavidas al régimen, a expensas de los disidentes.

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).

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