Catalejo

Trump amenaza con un baño de sangre si no gana

Hace 34 días los vecinos de la colonia residencial Bran sufren los efectos del puente destruido, y todos se tiran la pelota.

Donald Trump perdió la cabeza o, peor aún, no la ha perdido. Ayer amenazó en Ohio con un baño de sangre si no gana en noviembre y opinó, advirtiendo, “no puedo decirlo” pero lo dijo. ¿Entonces? No son opiniones sino amenazas, y para medir su gravedad pensemos cómo reaccionaría el mundo democrático contra un candidato latinoamericano con tal promesa. La libre expresión del pensamiento no incluye amenazar de muerte a nadie, mucho menos a un grupo político opositor. La Historia se repite: los imperios implosionan, se derrumban, no son vencidos. El breve imperio estadounidense (un siglo, si mucho) ya rompió su papel autodecidido de heraldo de la Democracia. El peor escenario es la posible partición del hasta ahora país de “de todos, uno”.

Hace 34 días los vecinos de la colonia residencial Bran sufren los efectos del puente destruido, y todos se tiran la pelota.

El populismo trumpero tiene engañado al Partido Republicano, otrora serio. Los demócratas sufren de lo mismo, y entonces el votante sereno y no tonto, debe votar contra del multimillonario incompetente, no porque su opositor sea mejor, sino porque para mala suerte del país el haberse quedado quietos dentro del partido del elefante, orilló a esto. Escogerán entre un “peorísimo” y un muy malo. Ahora, toca a los republicanos serenos llamar a filas para, irónicamente, impedir la victoria de quien se ha apoderado del partido. Las figuras serias, casi todas con un silencio cómplice, necesitan olvidarse de la pérdida de una elección, un costo necesario para salvar al partido. Ni en un sueño de opio podría haberse pensado en esta amenaza, apenas hace veinte años.

Trump calificó, además a los emigrantes como no humanos. No es ninguna novedad, y por eso sólo más de lo mismo. En términos periodísticos, no es noticia.

Aparece el camello

Hace ya 34 días, un tráiler destruyó el puente Bran, indispensable para el ingreso de los vecinos del Residencial. Las columnas no resistieron. A partir de entonces, ya apareció el camello, un caballo diseñado por una comisión… No se ha adelantado nada, y en la mesa de trabajo para tomar decisiones participan Tu Muni, el Ministerio de Comunicaciones, Conred, Caminos, la USAC, el colegio de ingenieros, la Cámara de la Construcción, la U. Gálvez. El alcalde Ricardo Quiñónez dijo algo terrible: el análisis “podría” estar en las primeras semanas de abril (¿dos, tres?) y se decidirá una ruta de trabajo (¿qué significa eso?). Cualquier cosa, menos una rápida solución. Por ser desconfiado, calculo mucho más de un año para construir la obra. Mientras, los vecinos bien, gracias.

El puente debe demolerse y construirse de acero, por ser una forma rápida. Sus columnas deben ser similares a las del Trébol, puentes funcionales desde hace seis decenas de años y con una mayor distancia entre ellas al de Bran. Nadie toma en cuenta los costos para el país de mantener tráilers y otros vehículos parados desde el inicio del puente del Incienso hasta la Calzada José Milla. Al observar esta manera de actuar se podrá demostrar una vez más la tragedia de la administración pública. Los puentes son fundamentales para la ciudad y nadie lo entiende, pero un terremoto como el del 76 podría dejarla incomunicada aun más de como está ahora. La gravedad del asunto obliga a declarar la reparación una emergencia nacional, y la revisión total de todos los puentes.

La mentalidad burocrática esconde en realidad una inseguridad. Un alcalde, sobre todo entrenado por Arzú, debe tener por su conocimiento una idea para proponer, pero…

NOTA para Anabella Giracca: ¿Es cierto el reparto de textos de primaria con “ideología de género”? Favor de informarme. El silencio será un SÍ.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.