SI ME PERMITE

Debemos saber asimilar antes que copiar

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“La finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas, no es copiar su apariencia”. Aristóteles

Cuando simplemente repetimos lo que vemos u oímos sin asimilar el sentido y la razón de lo que se dice, nunca podremos integrarlo en nuestro modo de pensar y nuestro modo de ser.

Todos tenemos la sagrada obligación de analizar, evaluar y sopesar las cosas que vemos y oímos antes de hacerlas nuestras. La creatividad surge de lo que hemos aprendido hasta el punto de hacerlo nuestro. De ese cúmulo de ideas y de conocimientos es de donde surge aquello que nos identifica y nos distingue entre todo el resto de los mortales que nos rodean en nuestro diario vivir.

Este ejercicio, para que se enriquezca, debemos empezarlo desde nuestros años formativos, cuando iniciamos nuestros estudios y formamos hábitos que nos habrán de acompañar el resto de nuestra vida.

Si como estudiante les pregunto a mis compañeros cómo hicieron un determinado trabajo y les pido que me lo presten, entonces mi trabajo será, sin lugar a duda, como el de mi compañero, al no poner mi modo de percibir las cosas.

Debemos también comentar que es muy sano observar a otros, y cuando se ve en ellos algo que enriquece la personalidad y el carácter, es bueno asimilarlo en nuestra vida para, de esa manera, ir superando nuestro modo de ser, pero triste sería que simplemente copiáramos a los demás en su gusto de vestir o estilo de hablar.

Cuando hacemos eso entonces llegamos a perder lo que nos distingue y lo que la gente aprecia de nosotros, y lo único que logramos si adoptamos esa actitud es que nos digan que nos parecemos a tal o cual persona.

Claro está que no hay nada nuevo debajo del sol, pero el perfil y la perspectiva de las cosas tienen que tener lo personal. Nada cuesta en el diario vivir, cuando tenemos interrogantes, es muy fácil que alguien dé la respuesta a algo, pero es más valioso que me guíe y me indique dónde puedo buscar la respuesta, para que en el proceso tenga la ventaja de la formación.

Muchas personas están buscando que alguien les dé las respuestas que necesitan, pero la vida no solo se trata de información, sino mucho más importante es poder asimilar la información al tenerla que interpretar.

Hay quienes, gracias a su creatividad, han inspirado y guiado a muchas personas, pero el valor que ha hecho manifiesto cuando uno lo hace propio y no negando quién fue el que lo guio, ayudó o instruyó en el proceso. Todos debemos ser enseñados, no para acumular simple información, sino para saber dónde encontrarla y cómo adaptarla a la necesidad que enfrentamos a diario, y no por ello es la misma.

Quien copia no necesariamente está aprendiendo, y probablemente si en un momento se ve en la necesidad de resolver algo similar tampoco tendrá la capacidad para hacerlo.

Claro que cuando está aprendiendo y se propone asimilar algo le costará en un principio, pero cada vez que repita el proceso será más fácil hacerlo, y también podrá ser más creativo, pues irá introduciendo variantes que enriquecen el proceso.

Deberíamos recordar que lo que estamos asimilando ahora va marcando nuestra vida y que con ella estamos de alguna manera escribiendo la historia de nuestra vida, con la que otros que nos sobrevivirán nos recordarán y muy posiblemente nos copiarán, porque observaron que lo que nosotros hicimos bien valió la pena.

Por ello, el reto de cada uno de nosotros en el lugar donde la vida nos ha colocado es ser agentes que desafían el medio para que el resto cambie, nos den el crédito o no.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.

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