Divide y vencerás
El plan chileno arrancaría dentro de cinco años. Lo que suceda con esa propuesta nos incumbe porque sentaría un pésimo precedente: ¡el mar es uno solo! Pero hay algo que me parece más relevante y de inmediata importancia para nosotros y son las razones que llevan al Gobierno de Chile a presentar la idea como deseable para la sociedad civil. 1. Los valles chilenos se están llenando de gente, granjas y desechos mineros. 2. El territorio es altamente sísmico y 3. El agua es cada vez más escasa. ¿Suena familiar?
Da la impresión de que el gobierno chileno quiere tomar en cuenta la opinión de su población. No hay certeza de que pongan toda la información a disposición del público, pero se esfuerzan por adelantarse al repudio que pueda despertar la idea y tratan el asunto con delicadeza. Nuestra historia es tan distinta. “Nuestro” gobierno exhibe un desprecio absoluto por el pueblo al que roba y somete a la fuerza.
Nunca se han hecho aquí los análisis costo-beneficio para evaluar si la explotación de metales conviene; no tenemos instituciones capaces de lidiar con los problemas mineros y la mayoría de la población se opone a la explotación. Así que el empeño gubernamental para convertir a Guatemala en país minero solo puede explicarse si alguien —de adentro— gana personalmente del negocio, pues ya hay suficiente información para afirmar que la minería metálica es un pésimo negocio para el país. Y ahora sabemos que también tiene un costo muy alto para el resto del país: los conflictos sociales, la corrupción y la violencia que caracterizan la mayoría de los emprendimientos mineros producen coletazos que alcanzan hasta a la capital.
Pero —y tal vez sea lo más nefasto— la minería ha dividido ¡más!, a la población guatemalteca. Ahora estamos —quienes no queremos ver a Guatemala convertida en país minero— en contra de quienes adoran la idea. Anteayer, en elPeriódico, un notorio columnista prominero afirma que el término actividades extractivas lo inventaron —cito— “los izquierdos, guerrilleros, neo-social-comunistas, los arengadores y quienes están en contra del desarrollo y del progreso” y “la suciedad civil, y sus viles expertas, los extranjeros que practican turismo terrorista, líderes ‘campesinos’ o ‘indígenas’ y otros grupos criminales”, en Guatemala. El señor de marras podría leer en la web lo que escribe sobre extractivismo el investigador uruguayo Eduardo Gudynas. (Otra cosa es que lo entienda.) ¡Ánimo, señor!