EDITORIAL

CC sigue robando tiempo al deporte olímpico

Desde hace 16 meses y nueve días, los atletas guatemaltecos compiten como apátridas gracias a un fallo de la CC.

Casi como si se esperara, se urdiera o se anhelara algún inviable escenario de retorno al capítulo político previo al 14 de enero, la Corte de Constitucionalidad (CC),  específicamente dos magistrados, continúan retrasando la resolución que daría paso al retorno de Guatemala al Comité Olímpico Internacional (COI). Los Juegos Olímpicos de París se celebrarán en julio próximo, por lo cual el tiempo es vital, sobre todo para crear en los atletas la necesaria motivación nacionalista y gestionar todos los recursos para sus campamentos de preparación.

Desde hace 16 meses y nueve días, los atletas guatemaltecos compiten como apátridas gracias a un fallo de la CC, en agosto de 2022, que suspendió los estatutos locales requeridos por el máximo ente rector del deporte internacional. Ello ocurrió en el marco de la  disputa de dos planillas igualmente cuestionables. La suspensión cobró   vigencia el 15 de octubre de ese año y aún así, el 2 de noviembre siguiente, la CC ordenó juramentar a la planilla encabezada por el exfutbolista Jorge Rodas. La otra, dirigida por Gerardo Aguirre, en busca de reelección, aunque avaló las nuevas medidas, tampoco tenía la solvencia suficiente. Ambos personajes deben renunciar a su pretensión, a su pugna, y dejar espacio a nuevos liderazgos deportivos. No obstante,  se aferran a una disputa estéril, lesiva y codiciosa.

La CC debe entrar a conocer el desistimiento de la denuncia del Tribunal del Deporte Federado (Tedefe) que dio origen a este pantano de ambiciones. Este desistimiento se presentó el 14 de abril del año pasado y esta es la hora en que la CC   no resuelve su validez, pese a que ello permitiría a los atletas guatemaltecos portar la bandera azul y blanco y participar con dignidad.

Pese al secretismo y la dilación, ha trascendido que el bloqueo para sesionar y resolver el desistimiento proviene de los magistrados Leyla Lemus, designada por el anterior presidente, A. Giammattei Falla, y de Héctor Hugo Pérez Aguilera, designado por la Usac durante la cuestionada rectoría de Walter Mazariegos. ¿Qué esperan? ¿A qué juegan? ¿Así quieren pasar a la historia? No sería la primera vez que fallan en contra del   bien común de los guatemaltecos, pero ya el contexto político y gubernamental cambió. A casi dos años del final de su período tienen que sospesar fidelidades.

En todo caso, si no tienen la capacidad o la voluntad de facilitar el retorno de Guatemala a la pista olímpica, está abierta una salida alterna, la cual está en manos del Congreso de la República. Se trata de la iniciativa 6149, reforma a la Ley General del Deporte, cuyo contenido fortalece la autonomía del deporte olímpico, y  ya que los estatutos internacionales tienen vigencia  abriría el espacio para la salida de la directiva apócrifa del Comité Olímpico Guatemalteco.

Cabe mencionar que esta reforma se planteó desde 2022, cuando aún Guatemala no había sido suspendida, pero es obvio que el anterior oficialismo no tenía el más mínimo interés en abordarla. Queda la duda acerca de si la actual alianza   que dirige el Congreso se dejará guiar por el mejor interés del deporte o se sumará a los que le roban costo de oportunidad a los seleccionados nacionales.  La primera acción es agendar la discusión de dicha reforma, que liberaría al Comité Olímpico de la férula local. Esto, a su vez, pondría presión política sobre los magistrados de la CC para ver si reconocen de una vez por todas el desistimiento  o si dejarán que la legislatura haga lo que no quisieron hacer por el país.

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