Editorial
Destino curativo
En Guatemala existen médicos y sanatorios con altos estándares de calidad y múltiples especialidades.
Más de US$5.6 millones generó el llamado turismo médico y de bienestar en Guatemala, un nicho de mercado que tiene un horizonte de oportunidades, debido a la calidad de servicios que se ofrecen en esta área, con un costo comparativamente menor al de otros países.
Por ejemplo, es frecuente que muchos guatemaltecos radicados en Estados Unidos prefieran viajar al país para practicarse algún tratamiento dental o incluso quirúrgico, no solo porque aquí están al cuidado de familiares, sino porque les resulta menos oneroso. Esta diferencia constituye un factor de competitividad que debería aprovecharse más, a través de paquetes de viajes especializados, certificación de proveedores y publicidad digital, a lo cual se debería sumar la mejora en la seguridad pública, infraestructura vial y hasta del mismo aeropuerto La Aurora. Pero para producir este despegue es preciso contar con una estrategia integral que a su vez beneficiaría a otras ramas de la industria de la hospitalidad, el transporte, la artesanía y la alimentación que reciben pacientes.
En Guatemala existen médicos y sanatorios con altos estándares de calidad y múltiples especialidades; también se cuenta con prestadores de servicios estéticos, espá, lugares de relajación y tratamientos holísticos que pueden despertar amplio interés en visitantes extranjeros. Si con esto se conjugan los atractivos naturales, la riqueza multicultural, la posición geoestratégica y la proverbial amabilidad de los guatemaltecos, se tiene una poderosa fórmula para potenciar el aumento en el ingreso de divisas.
Lamentablemente han primado la lentitud burocrática y el temor a la innovación. Empresas guatemaltecas de salud y bienestar señalan con tristeza que países vecinos le llevan ventaja a Guatemala porque se saben promover con ferias, eventos y publicidad permanente en el exterior. En otras palabras, el poder curativo de Guatemala necesita ser expuesto al mundo con orgullo y convicción.
Debe tomarse en cuenta, además, que cada “visitante de salud” tiene un mayor gasto en otros bienes y servicios, así como una estancia más prolongada en el país: toda una oportunidad para convertirse en un auténtico polo del bienestar. La relativa cercanía con Estados Unidos ofrece espacio para ampliar una competitiva oferta en costo económico, pero también en disfrute de la estadía.
La Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport) busca vías y alianzas para crear paquetes integrales que podrían amarrar no solo la consulta y tratamiento médico, sino también el alojamiento, transporte aéreo, así como recorridos por destinos turísticos, acordes a los intereses de los visitantes.
La industria del turismo médico generó US$125 mil millones a escala mundial durante el 2023, y Guatemala bien podría obtener una tajada más grande, con la consiguiente derrama económica y la generación de empleos indirectos. Pero se debe comenzar a trabajar desde ya, con abordajes innovadores, que no necesariamente significa onerosos. Por ejemplo, los mismos usuarios actuales pueden convertirse en los mejores embajadores de la excelencia en servicios de salud y bienestar guatemalteco. Pero hay que empezar a actuar distinto para conseguir resultados diferentes.