Las vivencias y dificultadas desatadas por la pandemia, como pérdida de empleos, el surgimiento de nuevas necesidades de mercado, el distanciamiento obligado precautorio, las premuras económicas y el constante afán de superación han tenido un impacto directo en la cantidad de emprendimientos de todo tipo. Desde expendios de alimentos, distribución de productos importados, elaboración de artesanías y objetos utilitarios hasta prestación de servicios y novedades en el ámbito digital se han multiplicado en el último año.

Si bien esta proliferación de actividades pone de manifiesto la capacidad creadora y de inventiva de los guatemaltecos, es necesario acotar que menos de la mitad de los pequeños negocios nuevos logra sobrevivir, debido a limitantes financieras, de estrategia o incluso de crecimiento. Pese a ello, estas manifestaciones productivas a escala individual, familiar o de pequeños equipos constituyen una puerta abierta a nuevos horizontes de crecimiento pospandemia.

Es necesario que el Ejecutivo y el Legislativo creen una estrategia a mediano y largo plazos, no solo para viabilizar la competitividad de algunos de estos conceptos empresariales, sino para potenciar su expansión como generadores de empleo. Uno de los aspectos más relevantes lo constituye el paso al universo digital, en donde se encuentra actualmente una gama de posibles vías de comunicación y crecimiento. Por ejemplo, es urgente trazar una ruta ágil para facilitar la regularización fiscal de estos negocios, sin que eso se convierta en su némesis. Por el contrario, volverse contribuyentes debería significar acceso a incentivos fiscales, microcréditos y garantías de protección a la propiedad intelectual.

Por eso mismo resultan loables iniciativas como Empréndete Guate, cuya tercera edición está a las puertas y se prevé recibir hasta 400 iniciativas. Los participantes esperan para poder ganar becas de estudio y capital semilla que les permitan evolucionar. Así también continúa en marcha el proyecto Adelante Guate, impulsado por la Cámara de Industria, Banco Industrial, CBC, Prensa Libre y Guatevisión, para la divulgación de bienes y servicios brindados por pequeñas y medianas empresas, de manera gratuita.

En el plano educativo es cada vez más evidente la necesidad de que los niños y jóvenes reciban más conocimientos de economía aplicada, a fin de que puedan familiarizarse con conceptos cotidianos que inciden en las dinámicas industriales, comerciales, financieras y publicitarias de la sociedad actual. Obviamente el mercadeo tecnológico se convierte en un elemento de primer orden para poner en contacto a los productores con los consumidores, en un ciclo que no debe dejar fuera la calidad del servicio, la responsabilidad ecológica y la confianza que solidifica las relaciones comerciales.

En ningún momento se aboga por la prolongación inadecuada o enfermiza de subvenciones que suplan deficiencias de calidad o brinden una falsa impresión de competitividad. Sin embargo, la gran mayoría de emprendedores guatemaltecos nacen, crecen y se esfuerzan en un entorno adverso, sin más ayuda que la de Dios y de sus seres queridos, y con la única esperanza de poder brindar un mejor sustento a sus familias. Es aquí donde radica el gran poder de futuro que poseen estas iniciativas: constituyen la vía para crear autoempleo y trabajos derivados que a su vez puedan contribuir a frenar la migración forzada por la pobreza y la falta de perspectivas.