EDITORIAL
Las exportaciones amplían oportunidades
En un entorno globalizado, marcado en la actualidad por tantas variables ajenas a las actividades comerciales pero de severo impacto logístico, las vinculadas con la producción, venta y entrega de productos guatemaltecos a mercados extranjeros precisa de determinación a toda prueba, espíritu de innovación para salvar obstáculos y constante mejora de estándares referidos a procesos, políticas e impacto ambiental. Son tales hitos en buenas prácticas y alta eficiencia los que reconoce desde el 2010 el galardón Exportador del Año.
La compañía Acuamaya, dedicada a la producción y comercialización de camarón de alta calidad, fue distinguida con este reconocimiento nacional en su edición 2022 por el exigente monitoreo de sus procesos productivos, metodologías de sostenibilidad ambiental, creciente alcance de nuevos mercados -Europa y Asia incluidos—, así como su proyección social. Certificaciones internacionales completan un conjunto de méritos que son motivo de encomio para la referida empresa.
Cabe resaltar que este año cumple cuatro décadas de haber sido fundada la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), entidad cuya primera directiva se integró en 1982 con una visión muy clara, nada fácil, pero que se ha mantenido en permanente avance: “Hacer de Guatemala un país exportador”. A lo largo 40 años la entidad se ha convertido en facilitadora de procesos e iniciativas para potenciar la formación y capacitación empresarial, así como para propiciar la exploración y apertura de nuevos mercados y oferta de productos. Más que una asociación, Agexport se ha consolidado como una plataforma para la germinación de negocios y el impulso de la competitividad, como lo establecen sus postulados.
La diversificación productiva del país ha llevado a la definición de seis áreas especializadas: agrícola, acuicultura, servicios, manufacturas, textiles y vestuario, además de centros de contacto y de llamadas, cada uno de los cuales nomina a agremiados para el galardón anual. Este apoyo constante constituye una de las claves del crecimiento de ingresos por exportaciones, que en el último año alcanzó los US$16 mil 499 millones, mediante la distribución de 3 mil 640 productos a 146 países.
El crecimiento de la venta de productos guatemaltecos se debe a la constante suma de nuevos productores y exploradores, que deben superar exigentes procesos de cumplimiento de estándares internacionales para poder acceder a otros mercados. Es la creatividad y el ingenio de los guatemaltecos los que se ponen de manifiesto en cada nueva marca que sale del país a la conquista de necesidades, gustos y cadenas de producción. Prueba de ello es el premio a la empresa quichelense María Arte Cultural, enfocada en la fabricación y venta de vestuario para danzas mayas, un inusitado renglón que ya tiene constantes pedidos del exterior.
Por último, es oportuno acotar que todo este esfuerzo empresarial demanda un marco institucional estable, reglas claras, transparencia fiscal, solidez macroeconómica, seguridad civil y entendimiento del Estado guatemalteco respecto de otros países y organismos multilaterales. Malas conductas administrativas o irrespetos gubernamentales al estado de Derecho pueden llegar a crear restricciones dañinas. Como ejemplo elocuente está el caso de Nicaragua, cuyo régimen continuista, despótico, intolerante y discrecional ha implicado severas sanciones económicas que lastran hoy sus exportaciones y aprovisionamientos.