EDITORIAL

O innovamos o…

La innovación es más que un concepto de moda. Dados los grandes desafíos nacionales, la innovación rima muy oportunamente con obligación. El mercado local e internacional así lo demanda. Sin perder los valores fundamentales de integridad, calidad, constancia, multiculturalidad y cuidado del entorno, innovar es una actitud ética de mejora constante, superación de prejuicios, reconocimiento de errores y búsqueda de nuevos umbrales de desarrollo económico, humano, social, comunitario.

Las empresas ya lo hacen, los emprendedores tecnológicos están en esa búsqueda constante de cambio para la mejora de productos y servicios con la finalidad de crecer, generar eficiencias, tejer sinergias y ofrecer al público nuevas soluciones para necesidades puntuales de la vida en una amplia gama de ámbitos, desde una nueva propuesta gastronómica hasta la búsqueda de empleo o de aprendizaje, desde la logística de transporte y entrega de mercancías hasta los desarrollos digitales de vanguardia en mercadeo, comunicación o investigación médica, por solo citar unas pocas áreas.

En Guatemala existe, desde hace unos tres lustros, un constante movimiento de creación y evolución de soluciones digitales, cuya naturaleza rompe fronteras y compite en un mercado global. A menudo, tales innovaciones comienzan en pequeño y se abren paso gracias a su carácter ingenioso, visionario y versátil. Existe talento joven para aumentar este movimiento para fortalecer la vanguardia competitiva.

Buen ejemplo de apuesta innovadora son las 700 becas que otorgará en el 2024 el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap) en tecnologías de la información para jóvenes entre 16 y 30 años, de las cuales indudablemente saldrán emprendimientos y vocaciones transformadoras. Ello encaja también con la propuesta de elaborar una gran base nacional del empleo, que permita el registro de perfiles, especialidades, experiencias y niveles educativos. Dicho índice, propuesto dentro del plan Guatemala No se Detiene, representaría un método eficiente para que las empresas seleccionen talento humano con mayor celeridad y confianza.

Plataformas digitales como Telo, creada por guatemaltecos, permiten agilizar y dosificar la capacitación laboral a través de la red social WhatsApp en diversas áreas. Con ello, los colaboradores pueden mejorar conocimientos o adquirir nuevos, de manera amigable, didáctica e interactiva, con beneficio para su propio perfil laboral y también para el de las empresas en las que se desempeñan.

Basten esos ejemplos para mostrar cómo la innovación es una obligación para el país, a fin de poder posibilitar nuevas oportunidades y romper barreras. El Estado no puede quedar fuera de esta aspiración. Los procesos, toma de decisiones y registros gubernamentales deben marcar pautas claras de mejora, transparencia, modernidad y monitoreo de beneficios. Ámbitos como la educación, la salud, la seguridad pública, el impulso de la producción agropecuaria, la infraestructura vial y hasta la aprobación de un presupuesto nacional deben tener nuevos criterios de evaluación, indicadores de logro y transparencia, para que en efecto sean una renovación y no una repetición de despotismos de hace un siglo. O innovamos o nos estancamos.

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