EDITORIAL

Una respuesta que exhibe ineptitud

Endilgar significa, según el Diccionario de la Lengua Española, “encajar, endosar a alguien algo desagradable o impertinente”, y es precisamente el verbo que mejor describe la postura del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), respecto del pliego de 11 peticiones que presentara días atrás un comité de 24 asociaciones que agrupan a más de 900 empresas y a miles de trabajadores directos e indirectos afectados por la crisis causada, sobre todo, por la caída de visitantes extranjeros debido a la pandemia.

De las 11 medidas urgentes para enfrentar la crisis de manera más proactiva y ágil, el Inguat se desligó burocráticamente de seis, con el argumento de que no le competen tales acciones. Y en efecto, puede que así sea, porque se trata de un sector productivo tan diverso, tan importante y tan extendido que lógicamente abarca aspectos de infraestructura, salubridad, finanzas, medidas fiscales e incluso seguridad.

Sin embargo, constituye un signo de incompetencia y falta de visión estratégica el hecho de que el director de la institución salga con excusas por delante, en lugar de convocar a todos los involucrados para establecer una hoja de ruta a fin de afrontar los desafíos que sí están a su alcance inmediato y clamar por una declaratoria de emergencia, a fin de involucrar a las dependencias estatales vinculadas con las angustiosas peticiones, detrás de las cuales hay cada vez más empresas al borde de la quiebra, cada vez más empleos directos e indirectos bajo amenaza y, por ende, cada vez familias en riesgo de inseguridad económica.

Resulta paradójico o en todo caso sintomático que dicha reacción se haya dado a conocer precisamente durante una actividad en la cual el Inguat presentaba su “plan de trabajo” para el 2021, el cual no debería estar aislado de las penurias que padecen los operadores turísticos en todos los departamentos. Decir que en algunas acciones se va a dar acompañamiento pero que en otras no se puede participar desata serias dudas sobre el liderazgo de la entidad, en un momento tan crítico y a la vez tan oportuno para reinventar la estrategia turística nacional.

No basta ser “puente” de comunicación, porque para ello no se necesitan funcionarios con altos salarios. El Inguat está llamado a transformar las perspectivas de la industria turística o simplemente no sirve de nada. Debe potenciar la competitividad nacional para disparar el número de visitantes, o su existencia es estéril.

En un país con la riqueza natural, climática, histórica, arqueológica y cultural como Guatemala es francamente penoso que las cifras de visitantes en tiempos normales se mantuvieran muy por debajo de naciones que no cuentan con esos recursos. Ni qué decir de la hospitalidad del guatemalteco, la calidad de servicio o la infraestructura hotelera.

El turismo interno es también un factor que puede permitir la sobrevivencia de emprendedores y prestadores de servicios de hospedaje, sobre todo en la provincia. Pero para ello también es necesario emprender acciones distintas a lo tradicional y adaptadas a los tiempos que se viven, como un índice eficiente de contactos, una red de sinergias público-privadas e innovaciones en la comunicación para difundir el conocimiento de destinos tradicionales y nuevos, recomendaciones y experiencias de usuario, que incluso podrían repercutir a escala internacional.

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN: